El tren del Poniente no interesa a los alcaldes del PP ni a la Diputación

Definitivamente algo no va bien en la búsqueda del objetivo de construir una línea ferroviaria desde Almería hasta Adra, un corredor del Poniente que todos declaran apoyar (así lo hicieron todos los partidos citados por la Mesa del Tren a modo de debate de la campaña electoral), pero con el que parece que muchos no están dispuestos a comprometerse.

La Mesa en Defensa del Ferrocarril de Almería había citado a todas las partes supuestamente interesadas (administraciones central y autonómica, Diputación Provincial y todos los ayuntamientos afectados por el futuro corredor ferroviario, pero sólo dos concurrieron a ese acto, celebrado en la sede de la Universidad de Almería en calle Gerona.

De protocolos
Allí estuvieron, y firmaron, el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla y los representantes de la Mesa del Tren. Ninguno de ellos pudo disimular la decepción de comprobar cómo ni una sola de las instituciones gobernadas por el Partido Popular hizo acto de presencia.

La Mesa apuntaba con el dedo acusador tras el acto ausencias como las del flamante (había sido reelegido pocas horas antes) presidente de la Diputación, Javier Aureliano García, ni la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, ni la Junta de Andalucía de Juanma Moreno, ni los alcaldes ‘populares’ del Poniente, ausencias “incomprensibles” cuando prácticamente todos se habían mostrado previamente a favor de la iniciativa.

Y eso que la convocatoria se había retrasado para dar tiempo a la ceremonia de toma de posesión de la nueva corporación de la Diputación Provincial. Al término de esta representantes públicos como José María Martín o Bonilla tuvieron tiempo de acudir a su cita con la mesa. El resto ni asistió ni justificó por ningún medio su incomparecencia.

Los objetivos
Malestar en los representantes de la Mesa, pero voluntad de seguir adelante y cumplir el objetivo que no es otro que abrir un corredor ferroviario que sirva como alternativa a la comarca del Poniente, tanto para mejorar la movilidad de las personas como para el tránsito de mercancías que reduzcan las emisiones de CO2 y alivien el colapso de las carreteras de la comarca.

Un plan que no es nuevo ya que se habló por primera vez de él hace muchas décadas, pero en ese tiempo “se ha mantenido el discurso de la importancia de disponer de esas comunicaciones ferroviarias con el Poniente, pero no se ha llegado a plasmar en informes técnicos o estudios de viabilidad”.

A pesar del desaire por parte de los representantes políticos del PP en su totalidad, la Mesa considera que el protocolo que ayer se firmó en Almería es el punto de partida de un proyecto de gran importancia para una zona que crece cada año en número de habitantes y que soporta gran parte del volumen de la producción hortofrutícola almeriense.

El alcalde vicario, Antonio Bonilla, lanzaba una advertencia ahora que se habla de construir un tercer carril para la autovía, “que puede ayudar a descongestionar el intenso tráfico en la autovía, pero que no será suficiente para atender la demanda de transporte ni para los objetivos de la descarbonización; es preciso que el AVE de Almería se prolongue hacia Adra: eso es el futuro”.

De promesas a compromisos
Ayer tocaba dar un paso adelante en la búsqueda del objetivo de disponer de un tren de cercanías que una la capital con todos los municipios del Poniente almeriense. Se citó a la firma a todos los representantes institucionales de la provincia, de Sevilla y de Madrid, pero muchos de ellos le dieron la espalda a esa cita.

Para la mesa un ‘feo gesto’ ante un proyecto que sólo busca mejorar las comunicaciones de un área que concentra a 500.000 habitantes, sumando la capital y los distintos municipios.

Decepción porque como señaló el coordinador de la Mesa, José Carlos Tejada, era el momento de pasar de las promesas electorales a los compromisos políticos por el tren. Sólo el incombustible Bonilla, alcalde de Vícar, alzó la voz para afirmar que el corredor del Poniente “hay que pintarlo en los mapas”.