Un pueblo de espíritu alpujarreño como atractivo destino veraniego

A más de 700 metros de altura, en plena Sierra de Gádor, se encuentra el pequeño pero precioso núcleo urbano de Enix. Aunque administrativamente forma parte de la comarca del Poniente, tiene alma alpujarreña, un conjunto de casas blancas en medio de una montaña con vistas al mar. Curiosamente, este municipio es de los pocos claramente serranos del país que tiene el privilegio de tener una playa en su término municipal, un atractivo más de este pueblo que es un destino veraniego de visita obligada para familias y los que buscan la tranquilidad de la naturaleza en estos meses estivales.

Que sea tranquilo, sin embargo, no implica que sea aburrido. En lo que va de mes de julio sus habitantes ya han tenido cine de verano, pasacalles latino y africano, festival de música, escuela de salud para mayores y todavía les quedan por disfrutar en los divertidas actividades esta semana como la fiesta de la espuma o las fiestas de verano de El Marchal. Para agosto el calendario tiene más citas musicales, un viaje al parque acuático de Roquetas de Mar, jornada de videojuegos y una gran verbena por las fiestas veraniegas, con la tradicional paella gigante popular, entre otras muchas cosas. 

Con poco más de 550 habitantes, cifra que aumenta de junio a septiembre con la llegada de familiares y amigos de sus acogedores vecinos, Enix cautiva al turista con su esencia rural, con sus estrechas y silenciosas calles por las que pasear, esas mismas que llevan a populares templos de la gastronomía tradicional como el Bar Almería, con su espectacular ajoblanco, o la Tasca Restaurante Alkanziyya, con una variedad de platos en la que se combinan los sabores de siempre con guiños a una cocina de vanguardia. Aunque las migas y el arroz los domingos en los negocios de este pueblo son insuperables.

En tierras enixeras se respira la paz típica de un rincón de la Alpujarra, pero también ofrece un amplio abanico de posibilidades para hacer planes a residentes y foráneos. La Iglesia de San Judas Tadeo concentra el mayor peso del patrimonio monumental de un pueblo que en su barriada de El Marchal de Antón López descubre al turista el pasado minero de la zona. En su otro núcleo de población, El Palmer, a los pies de los acantilados que hay desde Aguadulce hasta Almería, Enix se besa con el Mediterráneo en una preciosa playa que siempre está muy concurrida.

Qué ver y hacer en Enix

De sobra es conocida la PR-A-120, ruta senderista y para bicicletas de montaña que va desde la gasolinera de Bayana hasta este pueblo, dejando a su paso imágenes maravillosas de la capital y de los dos mares, el azul y el de plástico. Y es que este municipio está en un entorno que invita a las actividades saludables, a disfrutar de un paisaje que en abril de 2022 conocieron los más de cien italianos que formaban parte de la caravana de ‘Ferrari Western Tour’, una 'serpiente' roja que llegó por carretera hasta Enix para enamorarse de sus múltiples encantos, sobre todo de los que salieron de los conocidos fogones.

Por estas fechas, los críos que llegan al pueblo dan vida a la placilla, pasan el rato en los columpios de la calle Almería y disfrutan en la piscina municipal, junto a la que hay unas pistas polideportivas. Recientemente, el pueblo cuenta con su extraordinario Parque de Aventura con merendero ya operativo, siendo un referente provincial y otro aliciente más para el disfrute de los niños y niñas que pasan el verano en este hermoso municipio de la Sierra de Gádor.

Para los que quieran perderse unos días y conocer los encantos del Enix, las opciones de alojamiento no son muy numerosas, aunque son muy conocidos la Casa Rural Las Tres Patas y algunos apartamentos que se alquilan por semanas en residenciales como Balcones de Enix. En este pueblo el verano se vive de una forma diferente, pero inolvidable. El sosiego, la acogedora bienvenida de sus gentes, las noches al fresco mirando a las estrellas, conversando, la verbena de agosto, el olor a pan recién hecho en la pintoresca tienda de la esquina, la naturaleza, su Festival Musimundo y una programación de actividades deportivas y culturales envidiable, convierten a Enix, conocido como "tierra de hombres libres" por su ilustre escritor Agustín Gómez Arcos, en un atractivo destino veraniego en plena montaña.