José Antonio Arcos
07:00 • 23 abr. 2012
Vigilar en destino y tener presencia en los principales mercados europeos a los que exporta Almería. Es la premisa básica de la empresa auditora promovida por Coexphal que cumple así con una vieja aspiración del campo almeriense.
Aunque la sede principal de Fruit Audit está en Aguadulce, tiene otros socios repartidos por el resto del país: Fepex (Madrid), Proexport (Murcia), Afrucat (Cataluña) o Freshuelva (Huelva). A ellos habría que sumar también Cajamar, siempre presente en los grandes proyectos que afectan al futuro y devenir del campo.
“Nuestro objetivo es dar transparencia al sistema comercial y evitar las reclamaciones injustas de calidad que se dan en destino”, explica a este periódico Rubén Cervera, gerente de Fruit Audit.
Esta firma auditora, que trabaja bajo el lema ‘verificación en destino, mejora en origen’, tiene repartidos ocho ingenieros agrónomos por Europa. Se trata de una red, que hace las veces de inspectores que velan por los productos almerienses. Hay tres de estos ingenieros en Alemania, otros tres en Inglaterra y dos en Polonia.
Juan Colomina, gerente de Coexphal, ensalza los buenos resultados que ya ha cosechado esta empresa, situada en destino: “Antes había clientes que rechazaban el producto que les llegaba, cuando estaba en buen estado, buscando cualquier excusa; pero gracias a esta empresa ya no pueden hacerlo y esas reclamaciones infundadas han bajado un 50% desde que existe Fruit Audit” .
La empresa funciona desde el pasado año y, aunque no han hecho números, aseguran que gracias a este novedoso servicio unas 25 empresas que lo han usado, previo pago del mismo (450 euros mensuales), han ahorrado “mucho dinero”, subraya Juan Colomina. “No tenemos la cifra exacta, pero estamos hablando de millones de euros”, detalla Rubén Cervera.
Impedir la picaresca
De la experiencia de estos meses atrás, con el rodaje que ya ha tenido Fruit Audit, se deduce que cuando hay escasez de producto en los mercados europeos no hay reclamaciones, y viceversa. En los momentos de mucha producción es cuando proliferan las reclamaciones, muchas de ellas falsas.
Así que estos inspectores tienen que evitar los fraudes y la picaresca de aquellos clientes, que rechazan injustificadamente la mercancía que llega de Almería y de otras zonas de España.
Antes de Fruit Audit esos camiones ‘repudiados’ tenían que regresar a España o destruir su mercancía en algún punto provocando graves pérdidas a los exportadores. Ahora, estas situaciones se han reducido a la mitad.
Aunque la sede principal de Fruit Audit está en Aguadulce, tiene otros socios repartidos por el resto del país: Fepex (Madrid), Proexport (Murcia), Afrucat (Cataluña) o Freshuelva (Huelva). A ellos habría que sumar también Cajamar, siempre presente en los grandes proyectos que afectan al futuro y devenir del campo.
“Nuestro objetivo es dar transparencia al sistema comercial y evitar las reclamaciones injustas de calidad que se dan en destino”, explica a este periódico Rubén Cervera, gerente de Fruit Audit.
Esta firma auditora, que trabaja bajo el lema ‘verificación en destino, mejora en origen’, tiene repartidos ocho ingenieros agrónomos por Europa. Se trata de una red, que hace las veces de inspectores que velan por los productos almerienses. Hay tres de estos ingenieros en Alemania, otros tres en Inglaterra y dos en Polonia.
Juan Colomina, gerente de Coexphal, ensalza los buenos resultados que ya ha cosechado esta empresa, situada en destino: “Antes había clientes que rechazaban el producto que les llegaba, cuando estaba en buen estado, buscando cualquier excusa; pero gracias a esta empresa ya no pueden hacerlo y esas reclamaciones infundadas han bajado un 50% desde que existe Fruit Audit” .
La empresa funciona desde el pasado año y, aunque no han hecho números, aseguran que gracias a este novedoso servicio unas 25 empresas que lo han usado, previo pago del mismo (450 euros mensuales), han ahorrado “mucho dinero”, subraya Juan Colomina. “No tenemos la cifra exacta, pero estamos hablando de millones de euros”, detalla Rubén Cervera.
Impedir la picaresca
De la experiencia de estos meses atrás, con el rodaje que ya ha tenido Fruit Audit, se deduce que cuando hay escasez de producto en los mercados europeos no hay reclamaciones, y viceversa. En los momentos de mucha producción es cuando proliferan las reclamaciones, muchas de ellas falsas.
Así que estos inspectores tienen que evitar los fraudes y la picaresca de aquellos clientes, que rechazan injustificadamente la mercancía que llega de Almería y de otras zonas de España.
Antes de Fruit Audit esos camiones ‘repudiados’ tenían que regresar a España o destruir su mercancía en algún punto provocando graves pérdidas a los exportadores. Ahora, estas situaciones se han reducido a la mitad.
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