Cada septiembre se cumple una efeméride que puso el nombre más popular y conocido de dos
personalidades muy relevantes para la comarca del Almanzora y para
toda la provincia: "Los marqueses del Almanzora", que no solo fueron importantes a nivel político y económico, sino que también fueron queridos por el pueblo debido a las diferentes donaciones altruistas que protagonizaron en la comarca. Así, el título nobiliario de ‘Marqués del
Almanzora’ ha cumplido este 5 de septiembre 151 años.
Esta
titularidad fue concedida el 5 de septiembre de 1872, en primer lugar a Antonio
Abellán y Peñuela, por el rey Amadeo I de España, un importante
político e industrial almeriense durante el siglo XIX, alcalde
de Cuevas, diputado a Cortes por Almería, Sorbas y Vera, Senador
Vitalicio del Reino, y Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la
Católica.
Antonio Abellán, de origen noble, estuvo vinculado a una de las familias de propietarios agrarios de la zona antes del inicio de sus negocios mineros en 1839, su familia y otras familias de Almería, controlaban aproximadamente el 75% de la riqueza agrícola de Cuevas. Su privilegiada posición de dominio rural le permitió afrontar inversiones en las primeras sociedades mineras de la sierra Almagrera. De ideas avanzadas, militó siempre en partidos liberales.
El título de Marqués de Almanzora en su denominación hacía referencia al Palacio de Almanzora, situado en el término municipal de Cantoria, que agrandó y reformó hasta convertirlo en ungran palacio de 2.484 metros cuadrados. Antonio Abellán se casó el 27 de octubre de 1848 con Catalina Casanova y Navarro, a quien Alfonso XIII concedió el Condado de Algaida, quedando así configurada como una noble española: condesa de Algaida y marquesa del Almanzora.
Según cuentan los historiadores y las crónicas de la época, la marquesa del Almanzora fue una persona de carácter sencillo y tuvo una gran influencia en la trayectoria y éxitos políticos y económicos de su marido. Andrés Carrillo historiador apunta que si bien su marido tuvo una gran influencia política a nivel nacional Catalina lo tendría a nivel comarcal. La marquesa del Almanzora, estableció por su parte asignaciones mensuales destinadas a centros benéficos que atendían principalmente a ancianos, dedicó parte de su patrimonio a la restauración y enriquecimiento de templos católicos en Cuevas de Almanzora, Pulpí, Cantoria y Tíjola.
Uno de los grandes hitos recordados de esta pareja de marqueses fue la de “conseguir que el tren parase justo en la puerta de su casa”. Según cuenta la historia, la marquesa “cedió gratuitamente la finca para la construcción de la estación de Cantoria, situada sobre la línea férrea Murcia-Granada, e incluso cuentan las malas lenguas que llegaron a comprar un vagón de este mismo tren para que este tuviese el nombre de ‘Almanzora’”, según recordó el historiador Andrés Carrillo.
El marqués falleció en Garrucha, el 22 de marzo de 1903, siendo enterrado en el Panteón familiar de Cuevas de Almanzora. Tras la muerte del mismo, la maruqesa fijó definitivamente su residencia en el Palacio de Almanzora, en cuya remodelación había participado desde su adquisición en 1860 y cuyas propiedades administró. Allí falleció el 13 de abril de 1914, y fue sepultada en el Cementerio Municipal de Cantoria.
Y a pesar de que este título nobiliario ya no tiene la popularidad que hace 151 años, aun sigue vigente y tanto el título de marques del Almanzora como de conde de Albaida son ostentados por José Antonio Abellán y Marichalar, tataranieto de Catalina Casanova y Navarro.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/3/provincia/262152/se-cumple-151-anos-del-titulo-nobiliario-que-cambiaria-la-historia-almeriense