Simón Ruiz
23:45 • 29 abr. 2012
a pasado poco más de un mes desde que la noche del 25 de marzo, fecha de las elecciones andaluzas, no fuera tan alegre como se esperaba en uno de los salones del Hotel AC Almería. Allí, la cúpula del Partido Popular, con Gabriel Amat, presidente provincial, y Javier Aureliano García, secretario general, al frente, esperaba que fuera una noche histórica, la noche en que Almería, por vez primera, pudiera presumir de tener a un parlamentario, Javier Arenas, convertido en presidente de la Junta de Andalucía.
La aritmética no salió. Las encuestas fallaron estrepitosamente. ¿Exceso de confianza? ¿Los efectos de la reforma laboral y del IRPF? El PP no logró mayoría absoluta. En Almería, repitieron con sus 7 escaños, pero el octavo, el llamado diputado número 12, cayó del lado de Izquierda Unida. “Hicimos bien los deberes. Ganamos las elecciones y rompimos el tópico de que el PSOE era invencible en Andalucía”, recuerda un mes más tarde Javier Aureliano García.
Al día siguiente de los comicios, los populares almerienses, y los andaluces, parecieron entrar en un estado de shock. García lo desmiente. “Hemos ido por pueblos y por comarcas a decirle a la gente que hay que seguir trabajando, explicando que van a gobernar Andalucía los perdedores”.
El pacto en la capital
Sin llegar a reconocer que se quedaron con la miel en los labios, el número 2 del PP de Almería se afana en decir que su trabajo se centrará “en seguir defendiendo los intereses de la provincia”. Eso sí, no augura mucho éxito a la “coalición social-comunista”. “Ya tenemos la experiencia de PSOE-IU en la capital y nunca ambos partidos, cuando han hecho pacto, han vuelto a reeditarlo cuatro años más tarde”. La factura electoral ha sido, sobre todo, para la coalición de izquierdas.
Animar a la militancia - frente a los 310 censados en IU el PP despliega una base de unos 20.000 afiliados en la provincia - puede ser una de las tareas que queda por delante a Javier Aureliano, que compatibiliza su cargo con el de vicepresidente primero de la Diputación. “Los militantes están muy orgullosos pero tristes. Ganar y no gobernar no genera desánimo - precisa - sino dolor, pero nos da más fuerza para trabajar el doble en las próximas”. No tocará volver a las urnas hasta 2014.
No cree el secretario general que se hayan hecho mal las cosas desde las filas del PP. Entre otras cosas, porque, como no cesa de decir incansablemente, “si fuera por electoralismo no habríamos puesto en marcha medidas que el PSOE no se atrevió a aprobar en los ocho años de Gobierno en Madrid. “Aquí, en el PP, hacemos autocrítica todos los días”.
Las reformas y las urnas
Siempre le quedará la duda a Javier Aureliano García, que anduvo sus primeros pasos cuando a la reinstaurada Democracia le crecían los dientes, de si la Reforma Laboral y otras que la han acompañado, han pesado como una losa en las urnas del 25-M.
Incide una y otra vez que no se fijaron en las encuestas, que no hubo exceso de confianza y, para nada, hubo reparto del pastel antes de la fiesta. “No habíamos repartido los puestos en la Junta. Se lo puedo asegurar. En ningún momento. En ningunas elecciones lo hacemos”.
El número dos de los populares mira al techo cuando se le pregunta por el ‘efecto Megino’: a pocas semanas de las municipales, Almería fue designada sede de los Juegos Mediterráneos y ninguna encuesta pronosticó la pérdida de la mayoría absoluta. “No son comparables unas municipales con unas andaluzas”.
Pero el PP sí juega con el factor municipal a su favor. Por eso volvió a ser el más votado en Almería el 25-M. Con una estructura de poder “muy fuerte”, - la Junta se les resiste - en la actualidad gobierna para un 92% de la población almeriense, “y estamos más unidos y más fuertes que nunca”.
Cohesión interna
¿Unidos después de no alcanzar, con todos los sondeos a favor, el poder andaluz? García Molina ni ve ni atisba un grupo reducido de oposición interna en las filas del PP almeriense. En septiembre llega el turno al congreso anda
La aritmética no salió. Las encuestas fallaron estrepitosamente. ¿Exceso de confianza? ¿Los efectos de la reforma laboral y del IRPF? El PP no logró mayoría absoluta. En Almería, repitieron con sus 7 escaños, pero el octavo, el llamado diputado número 12, cayó del lado de Izquierda Unida. “Hicimos bien los deberes. Ganamos las elecciones y rompimos el tópico de que el PSOE era invencible en Andalucía”, recuerda un mes más tarde Javier Aureliano García.
Al día siguiente de los comicios, los populares almerienses, y los andaluces, parecieron entrar en un estado de shock. García lo desmiente. “Hemos ido por pueblos y por comarcas a decirle a la gente que hay que seguir trabajando, explicando que van a gobernar Andalucía los perdedores”.
El pacto en la capital
Sin llegar a reconocer que se quedaron con la miel en los labios, el número 2 del PP de Almería se afana en decir que su trabajo se centrará “en seguir defendiendo los intereses de la provincia”. Eso sí, no augura mucho éxito a la “coalición social-comunista”. “Ya tenemos la experiencia de PSOE-IU en la capital y nunca ambos partidos, cuando han hecho pacto, han vuelto a reeditarlo cuatro años más tarde”. La factura electoral ha sido, sobre todo, para la coalición de izquierdas.
Animar a la militancia - frente a los 310 censados en IU el PP despliega una base de unos 20.000 afiliados en la provincia - puede ser una de las tareas que queda por delante a Javier Aureliano, que compatibiliza su cargo con el de vicepresidente primero de la Diputación. “Los militantes están muy orgullosos pero tristes. Ganar y no gobernar no genera desánimo - precisa - sino dolor, pero nos da más fuerza para trabajar el doble en las próximas”. No tocará volver a las urnas hasta 2014.
No cree el secretario general que se hayan hecho mal las cosas desde las filas del PP. Entre otras cosas, porque, como no cesa de decir incansablemente, “si fuera por electoralismo no habríamos puesto en marcha medidas que el PSOE no se atrevió a aprobar en los ocho años de Gobierno en Madrid. “Aquí, en el PP, hacemos autocrítica todos los días”.
Las reformas y las urnas
Siempre le quedará la duda a Javier Aureliano García, que anduvo sus primeros pasos cuando a la reinstaurada Democracia le crecían los dientes, de si la Reforma Laboral y otras que la han acompañado, han pesado como una losa en las urnas del 25-M.
Incide una y otra vez que no se fijaron en las encuestas, que no hubo exceso de confianza y, para nada, hubo reparto del pastel antes de la fiesta. “No habíamos repartido los puestos en la Junta. Se lo puedo asegurar. En ningún momento. En ningunas elecciones lo hacemos”.
El número dos de los populares mira al techo cuando se le pregunta por el ‘efecto Megino’: a pocas semanas de las municipales, Almería fue designada sede de los Juegos Mediterráneos y ninguna encuesta pronosticó la pérdida de la mayoría absoluta. “No son comparables unas municipales con unas andaluzas”.
Pero el PP sí juega con el factor municipal a su favor. Por eso volvió a ser el más votado en Almería el 25-M. Con una estructura de poder “muy fuerte”, - la Junta se les resiste - en la actualidad gobierna para un 92% de la población almeriense, “y estamos más unidos y más fuertes que nunca”.
Cohesión interna
¿Unidos después de no alcanzar, con todos los sondeos a favor, el poder andaluz? García Molina ni ve ni atisba un grupo reducido de oposición interna en las filas del PP almeriense. En septiembre llega el turno al congreso anda
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/3/provincia/26381/javier-aureliano-garcia-la-repercusion-del-pacto-psoe-iu-sera-negativa-para-almeria-p