Sale a la venta el palacete de Villa Anita por más de un millón de euros

El palacete Villa Anita, en Cuevas del Almanzora, una de las muestras más exuberantes de la burguesía cuevana de finales del siglo XIX, sale a la venta por 1,1 millones de euros. La casona fue construida por el rico propietario minero de la Tierra de la Plata, Antonio Soler Márquez, hijo de Manuel Soler Gómez, y fue bautizado así en honor al nombre de su hija, Ana Manuela Soler, quien se casó con el abogado Carlos García Alix, hijo del que fuera ministro y gobernador del Banco de España, el murciano Antonio García Alix.

A mediados de los 80 la casa fue quedando deshabitada, cayendo en el abandono, hasta que en 2003 la adquirió un galerista y aficionado al arte mallorquín, Miguel Servera, quien la reformó y la reinauguró en 2008 devolviéndole todo su encanto.

El año pasado, tras el fallecimiento de Servera, el Ayuntamiento firmó un convenio con su heredero, por dos años, que aún no ha vencido, para poder desarrollar distintas actividades culturales como sala de exposiciones y presentaciones de libros. La donación al Ayuntamiento de la vivienda, como dejó dicho en algunas ocasiones Servera, finalmente no ha cristalizado y está en el mercado al albur del mejor postor.

La vivienda tiene una superficie de 900 metros y está incluida en el Catálogo de Elementos Protegidos del PGOU cuevano, con una escalera espléndida delantera de rejería. 

En la planta baja dispone de un local de 320 metros con entrada por la plaza García Alix y por el pasaje Villa Anita, un garaje de 15 metros y un jardín de 700 metros con piscina, junto a un porche y abundante vegetación: palmeras, jacarandas, naranjos, buganvillas y jazmineros.

En la planta noble dispone de un recibidor, sala de música y sala de visitas; al frente da acceso a un salón y a comedor que conecta con la cocina. También cuenta, como joya de la corona, con un mirador de cristaleras policromadas original de la época. 

Al palacete se le llamó también ‘Hotel Granito’ y ‘casa de los García Alix. Se desconoce quien fue el arquitecto de esta maravilla burguesa de Cuevas, aunque se sabe que trabajaron notables canteros de piedra que emigraron posteriormente a Cataluña.