Parque Natural

Gigantes dormidos: los diez volcanes visibles del Cabo de Gata

¿Podrían revivir?... lo más probable es que se mantengan inactivos indefinidamente

Caldera volcánica de Majada Redonda, la más representativa del Cabo de Gata
Caldera volcánica de Majada Redonda, la más representativa del Cabo de Gata La Voz
Antonio Fernández
23:54 • 25 oct. 2023

Todo el Cabo de Gata tiene su origen en el vulcanismo; fueron los volcanes los que configuraron este espacio y, en realidad, otros muchos puntos de una provincia que está considerada como el mayor exponente que se puede encontrar en España de suelos ‘creados’ por las erupciones volcánicas.



Los estudios realizados en torno a este fenómeno señalan la existencia, sólo en la zona del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar de al menos diez volcanes que estuvieron activos durante millones de años pero que ahora descansan sin que nadie se atreva a decir si volverán o no a la vida.



Inactivos
Para tranquilidad de los almerienses residentes en la zona o los miles de visitantes que visitan estos parajes se trata de ‘gigantes dormidos’ que arrastran tras de sí su historia y sus leyendas. Los geólogos no obstante no siempre coinciden: para la mayoría es casi imposible que ‘despierten’, pero otros se curan en salud y dejan abierta una puerta a esa posibilidad.



Esa inactividad actual no consigue frenar, en cualquier caso, el interés de almerienses o visitantes por el vulcanismo, como así lo reconoce el empresario Fernando Alonso, durante muchos años presidente de la Asociación de Empresarios del Parque Natural (Asemparna), que gestiona una empresa turística en esta zona y que sostiene que la Ruta de Los Volcanes es una de los productos que despierta mayor interés en los visitantes del Cabo.



El misterio
Esos visitantes buscan esa parte de misterio, también de aventura, que acompaña desde siempre a los volcanes. Una curiosidad que se ve recompensada con los recorridos que las empresas de turismo activo han diseñado para dar a conocer las localizaciones más conocidas.



Porque el de Cabo de Gata dispone del reconocimiento formal como Geoparque, uno de los pocos existentes en España y Europa. Lo es por su riqueza, tanto por la presencia de volcanes y domos volcánicos como por los paisajes que desde hace millones de años fue labrando la actividad volcánica que se extiende desde el Mar de Alborán (la propia isla es un afloramiento) hasta las costas almerienses.



Punto estratégico
Esa actividad convirtió a la provincia y en especial al entorno del Cabo de Gata, en un claro ejemplo de regiones modeladas por los volcanes, de hecho una de las más importantes y extensas del continente y, sin duda, la más amplia de las formadas en el Terciario.



Las rutas para realizar visitas incluyen algunos de los más destacados ejemplos de volcanes, entre ellos el gran ‘domo’ o elevación volcánica del Valle de Rodalquilar, las placas de lava fósil en la zona de Mónsul, los conos de Mesa Roldán o las espectaculares chimeneas que emergen del mar en el Arrecife de Las Sirenas.


Uno de los lugares imprescindibles para conocer es la Majada Redonda, la enorme boca de un viejo volcán que se extiende desde las Presillas Bajas hasta la Majada, presidida por una hoya o caldera volcánica de grandes proporciones. Está considerada como la formación más representativa del Parque Natural y una muestra excelente de cómo se produjo en el pasado la formación de estas tierras.


Efecto llamada
Es curioso que la actualidad mande, incluso en el caso de los volcanes ,que son protagonistas del territorio almeriense desde hace unos 15 millones de años. De hecho Almería no podría explicarse sin la actividad volcánica que moldeó su geografía.


Los empresarios que ofertan visitas guiadas reconocen que la erupción del Cumbre Vieja, en la Isla de La Palma, disparó el interés por conocer este tipo de fenómenos geológicos también en Almería.


Los que deciden acercarse a estos gigantes dormidos no solo pueden acercarse a los conos y domos que se formaron a causa de las erupciones, sino otros tesoros como las impresionantes y caprichosas formas de las rocas que adornan el Cabo de Gata o esas pequeñas piedras semipreciosas, las ‘granatillas’, que aún se pueden encontrar en los domos nijareños.


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