Guillermo Mirón
22:12 • 02 may. 2012
Las primeras conclusiones de la auditoría realizada en el Ayuntamiento de Oria tras el cambio de gobierno en la Alcaldía apuntan, por el momento, única y exclusivamente hacia el exalcalde socialista, José Pérez, a quien se le acusa de que podría haber cometido “graves” irregularidades.
En un comunicado expedido por el propio Consistorio, el alcalde de la localidad, Marcos Reche (PP), afirma que el exregidor cometió prevaricación y “fraude” en algunas de las decisiones tomadas durante los nueve años que duró su mandato.
Entre otras, se subraya la “contratación a dedo de 36 personas sin proceso selectivo alguno” y se habla de “fraude” en la realización del inventario de viviendas irregulares que, con un coste de 158.165 euros, habría sido adjudicado con “ofertas presuntamente amañadas, efectuadas por empresas cuyo objeto social no permite realizar tales trabajos”, reza el documento.
Contratación “a dedo”
Una de las acusaciones vertidas por el primer edil popular también señala la “contratación a dedo por valor de 400.000 euros de la guardería municipal, sin pedir ningún presupuesto ni oferta pública”, así como la “compra de una finca rústica para el Ayuntamiento de Oria sin conocimiento del pleno, es decir, por decisión propia”.
La lista se alarga con más datos extraídos de la auditoría realizada por una empresa privada y filtrada por el actual Gobierno local, que reflejan presuntas irregularidades como la “concesión ilegal de subvenciones”. El exregidor orialeño ha salido al paso de estas afirmaciones, asegurando que como alcalde siempre ha actuado “con buena fe” y “siendo consciente” de que “no estaba haciendo nada irregular o de que no se estaba cometiendo un atropello para las libertades y derechos de los demás”.
Pérez expresa que no quiere “culpar a nadie”, pero considera que si ha existido algún error burocrático o administrativo en las decisiones denunciadas por el Gobierno municipal, sería “responsabilidad del secretario e interventor del Ayuntamiento”, encargado de dar el visto bueno a las operaciones. “Como alcalde de Oria no he tenido ningún reparo por parte del secretario e interventor en ninguna de las decisiones tomadas. Si alguien me dice que no estaba haciendo algo correctamente, no lo habría hecho”, defiende.
En relación con los empleos asignados “a dedo”, reconoce que “es cierto” y que como alcalde ha dado trabajo “a muchísimos vecinos más. He intentado proporcionar trabajo a las personas que lo han solicitado y quiero decirlo con orgullo y honradez”.
Guardería
Al mismo tiempo, el exalcalde ha denunciado que el actual Gobierno local practique las mismas contrataciones “a dedo”, como en el caso del “asesor del alcalde”. En cuanto a la construcción de la guardería, ha mostrado su extrañeza porque “si la primera fase está correcta y la segunda mal, es que debe haber algún fallo administrativo”.
Pérez ha reiterado que estas denuncias son resultado de un “interés” por hacerle “daño políticamente” y, al igual que lo afirmado por el Ayuntamiento, se reserva el derecho a emprender “acciones legales”.
En un comunicado expedido por el propio Consistorio, el alcalde de la localidad, Marcos Reche (PP), afirma que el exregidor cometió prevaricación y “fraude” en algunas de las decisiones tomadas durante los nueve años que duró su mandato.
Entre otras, se subraya la “contratación a dedo de 36 personas sin proceso selectivo alguno” y se habla de “fraude” en la realización del inventario de viviendas irregulares que, con un coste de 158.165 euros, habría sido adjudicado con “ofertas presuntamente amañadas, efectuadas por empresas cuyo objeto social no permite realizar tales trabajos”, reza el documento.
Contratación “a dedo”
Una de las acusaciones vertidas por el primer edil popular también señala la “contratación a dedo por valor de 400.000 euros de la guardería municipal, sin pedir ningún presupuesto ni oferta pública”, así como la “compra de una finca rústica para el Ayuntamiento de Oria sin conocimiento del pleno, es decir, por decisión propia”.
La lista se alarga con más datos extraídos de la auditoría realizada por una empresa privada y filtrada por el actual Gobierno local, que reflejan presuntas irregularidades como la “concesión ilegal de subvenciones”. El exregidor orialeño ha salido al paso de estas afirmaciones, asegurando que como alcalde siempre ha actuado “con buena fe” y “siendo consciente” de que “no estaba haciendo nada irregular o de que no se estaba cometiendo un atropello para las libertades y derechos de los demás”.
Pérez expresa que no quiere “culpar a nadie”, pero considera que si ha existido algún error burocrático o administrativo en las decisiones denunciadas por el Gobierno municipal, sería “responsabilidad del secretario e interventor del Ayuntamiento”, encargado de dar el visto bueno a las operaciones. “Como alcalde de Oria no he tenido ningún reparo por parte del secretario e interventor en ninguna de las decisiones tomadas. Si alguien me dice que no estaba haciendo algo correctamente, no lo habría hecho”, defiende.
En relación con los empleos asignados “a dedo”, reconoce que “es cierto” y que como alcalde ha dado trabajo “a muchísimos vecinos más. He intentado proporcionar trabajo a las personas que lo han solicitado y quiero decirlo con orgullo y honradez”.
Guardería
Al mismo tiempo, el exalcalde ha denunciado que el actual Gobierno local practique las mismas contrataciones “a dedo”, como en el caso del “asesor del alcalde”. En cuanto a la construcción de la guardería, ha mostrado su extrañeza porque “si la primera fase está correcta y la segunda mal, es que debe haber algún fallo administrativo”.
Pérez ha reiterado que estas denuncias son resultado de un “interés” por hacerle “daño políticamente” y, al igual que lo afirmado por el Ayuntamiento, se reserva el derecho a emprender “acciones legales”.
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