Ubicado en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, este pequeño pueblo desde el que se disfruta de los atardeceres más mágicos del litoral, es uno de los rincones con más encanto de toda la provincia almeriense, que suele recibir cada verano a miles de visitantes. El resto del año, unas pocas decenas de habitantes dan vida a este núcleo en el que reina el sosiego, la buena gastronomía tradicional y el blanco de las fachadas de sus casas.
Con pasado pirata y presente pesquero y hostelero, es un lugar de paz, con un entorno natural único que es perfecto para un ‘exilio’. Sin embargo, La Isleta del Moro parece haberse convertido también en un cementerio de viejos barcos presuntamente destinados a actividades ilegales. Y es que desde hace unos días dos pesqueros 'foráneos' forman parte del entorno.
En la madrugada de este pasado jueves al viernes, una pequeña embarcación de estética pesquera encallaba en unas rocas frente al islote que da nombre a este núcleo nijareño, muy cerca de la conocida como playa del varadero, en cuya orilla precisamente se encuentra desde finales del pasado mes de octubre otro barco varado que fue abandonado por un grupo de inmigrantes que llegaron a este punto de la costa.
En el caso de embarcación que apareció esta semana sin tripulación y ha quedado a merced de un oleaje que la va hundiendo poco a poco, lleva bandera es española y al parecer su procedencia es de La Coruña y no parece que se trate de un pesquero-patera como el que tocó la orilla hace más de un mes en este pueblo.
Temor de los vecinos
“Han estado por aquí dando vueltas esta semana y según cuentan nuestros pescadores, los tripulantes de esta embarcación no tenían mucha idea de navegación al parecer”, comenta un residente de La Isleta, donde se ha escuchado incluso el rumor de que este barco podría estar relacionado con el tráfico de drogas. Sea como sea, preocupa que haya fugas del tanque de gasoil.
Así, otro viejo barco ha quedado abandonado en La Isleta y sus vecinos temen que el lugar se termine convirtiendo en un cementerio de este tipo de embarcaciones “que no quiere nadie”. Y es que desde que llegó la de los inmigrantes en octubre, han pedido a diferentes administraciones que les quiten dicha embarcación de fibra, que supone una amenaza ecológica y también para pesqueros locales e incluso casas que hay cercanas si llegase un temporal. En su casco han hecho una pintada en la que califican como "sinvergüenzas" a Costas, Medio Ambiente y al Ayuntamiento de Níjar.
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