Adra

La Plaza de Abastos, uno de los emblemas de Adra

Lucía majestuosa por sus cuatro costados con el poderío diario del gentío abrazándola

Pepe Cazorla
15:51 • 16 dic. 2023

Los que fuimos pequeños la recordamos con nostalgia: 'La Plaza'. Ahí estaba. Lucía majestuosa por sus cuatro costados con el poderío diario del gentío de vendedores y compradores abrazándola como si fuera algo íntimo y particular.



A uno de los emblemas de Adra se le empezó a dar vida en 1951, el 18 de julio. Ese día se puso la primera piedra del que sería el nuevo mercado de abastos, a cargo del Ayuntamiento de Adra, con un valor de 743.000 pesetas (4,465,5 €). La importancia de la construcción de un Mercado Municipal de Abastos, venía a llenar un gran vacío, ya que Adra carecía de ella desde tiempo inmemorial, lo que se dejaba sentir extraordinariamente en la vida comercial de la ciudad. Este mercado, en sus tiempos, fue clasificado como uno de los mejores en su género por la amplitud del edificio, y por la organización es sus servicios,revolucionó los hábitos de compra.



A partir del martes 9 de septiembre de 1952 'La Plaza' de Adra se convertirá en el corazón y aroma comercial de la ciudad abderitana quedando inaugurada en un vasto y soleado terreno y en un lugar estratégico para que su acceso fuese fácil a todo el vecindario. La construcción del edificio fue dirigida por el arquitecto Antonio Góngora Calera. La ciudad se hallaba en fiestas, y presentaba brillante y animado aspecto. La carrera tenía una artística y espléndida iluminación, y las atracciones y espectáculos rodeaban de luz, calor y alegría, los lugares de la localidad en las que se habían montado.



Las amplias naves que circundaban la edificación, tenía la forma en un sector en círculo. Las tiendas, se abrían en abanico, y algunas de ellas, las que aparecían situadas en el trozo de arco, se encontraban abiertas al público por el interior y exterior. Un patio central, con un jardín daba alegría, vistosidad y  prestación al inmueble.



Su amplitud, era de mil metros cuadrados con agua corriente en todos los servicios y establecimientos. Las naves, señoriales y de magníficas proporciones, rodeaban el patio central, y en ellas se habían instalado sesenta y un puestos de pescados y verduras, además de dieciséis tiendas para comestibles y un total de ocho, para la venta de carne. En 1963 se ampliará con el adosado de una nave para Pescadería y que contaría con 26 mesas, quedando perfectamente cubierto este servicio municipal. En sus inicios, además, la instalación contaba con los correspondientes servicios de:



Veterinaria, Laboratorio, servicios sanitarios, oficinas para el personal administrativo y despacho para el Jefe de Abastos. Los cuartos de aseos se hallaban convenientemente distribuidos por el edificio.




El gobernador civil, Manuel Urbina Carrera pronuncia el discurso de inauguración junto al alcalde abderitano Miguel Olmedo Medina, el coadjutor de la parroquia, Diego Cara Prado; capellán del Hospital de San Juan de Dios, de Granada, Enrique López Morcillo; ayudante de Marina, Julián Sicilia Marín; teniente de !a Guardia Civil, Juan Tabares Ripado; administrador de la Aduana, Joaquín Glarias Meiro; administrador de Correos, Francisco Dolz, el presidente de la Comisión de Festejos, Juan María Guillén Verde, el juez comarcal, Juan Moreno Soler y otras autoridades. La nueva plaza de Abastos, se hallaba invadida por una gran muchedumbre. 



Con el paso del tiempo el antiguo mercado municipal estaba en muy malas condiciones y estuvo a punto varias veces de ser declarado como ruina. Finalmente en 1999 las máquinas iniciaron en la mañana del lunes 18 de enero, el trabajo de demolición de las viejas instalaciones de 'La Plaza' derribando sus paredes para dar paso a la del futuro, pero, todo lo vivido desde aquel lejano 1952 quedará en el recuerdo de varias generaciones de profesionales,de clientes y de transeúntes que dieron vida a historias que parece han pasado en un pestañeo.



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