Hallan un cráneo enterrado en una playa de la Isleta del Moro

Un placentero paseo por la playa y el tenebroso hallazgo de un cráneo puede ser ‘tropo’ perfecto para dar comienzo a una novela de suspense, pero la realidad siempre supera a la ficción y este escenario digno de Agatha Christie se hizo realidad en La Isleta del Moro la tarde del pasado lunes, cuando un vecino de origen alemán residente en esta localidad encontraba por casualidad en la rampilla del parking de caravanas que conecta con  de la Playa del Peñón Blanco la totalidad de un cráneo, al parecer humano.

“Vi en la tierra algo de color blancuzco que no tenía nada que ver con el paisaje natural de estas playas, empecé a rascar y quedé impactado cuando encontré lo que parecía ser un parietal y un occipital”.

Este vecino, que ha preferido no hacer público su nombre, narró a sus vecinos el macabro hallazgo y acto seguido avisó a la Guardia Civil que ha abierto una investigación en la Isleta.

Alertados por la situación, la Benemérita con miembros de la unidad científica llegaba ayer martes al lugar de los hechos. Guiados por el vecino que encontró los restos óseos, la Guardia Civil aseguró la zona y procedió a la exhumación y posterior conducción de estos al Instituto de Medicina Legal (IML) para su posterior análisis.

¿Un joven de hace años?

De acuerdo con la versión del autor del hallazgo ofrecida a LA VOZ, de la zona se habría desenterrado “un cuerpo completo”.

La noticia ha corrido como la pólvora entre la población de la Isleta, y los vecinos han construido sus hipótesis y teorías a falta de una información oficial por parte de las autoridades. “La cercanía al mar podría sugerir que fuera un emigrante arrastrado por las olas”, comentan algunos vecinos. Otros, como el vecino alemán, creen que ese cuerpo fue depositado allí adrede. “La posición en la que está tumbado no puede ser casual. Y el cráneo parece de persona joven”.

Por otra parte, Javier Ortíz Vergel, que hace tres meses, a razón de unas riadas producidas por fuertes lluvias también aparecieron en “el mismo punto más restos de huesos”. El mismo vecino relata que un hermano de su abuela hace muchos años “enterró a dos parientes jóvenes suyos al final del Peñón Blanco tras fallecer por una epidemia”.