El pasado 2 de enero la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) hacía público un informe sobre las situación en las aulas de la escuela pública. En dicho informe se pone de manifiesto que “el 98% de los docentes almerienses denuncia problemas de convivencia en sus clases”, además de que el el 77% de los docentes admite “haber sufrido agresiones verbales, físicas o amenazas por parte del alumnado”. Engrosando estas cifras se encuentra una profesora de 4º curso del CEIP Francisco Villaespesa de El Parador de las Hortichuelas (Roquetas de Mar) quien ha denunciado que el pasado el 25 de enero fue objeto de una agresión por parte de estudiante del centro.
Según la docente, los hechos tuvieron lugar a partir de las 10:30 de la mañana, después de que los alumnos regresaran de la clase de música. La profesora fue informada por la maestra especialista en la materia que el estudiante le habría proferido insultos a la responsable del área de música, además de “haberle amenazado con las tijeras” después de que le solicitara que sacase el cuaderno de trabajo. Una vez informada del hecho, la profesora habría intentado hablar con el alumno con la intención de corregir esa actitud con la frase “No puede faltarle el respeto a la maestra”. De acuerdo con la profesora agredida, tras la corrección, el alumno respondió con “tú cállate, que también eres una desgraciada”.
Más tarde, mientras la clase preparaba los desayunos para el recreo, profesora y alumno volverían a chocar. Según explica la profesora en un comunicado, el menor desoyendo las indicaciones dadas por la docente sobre la imposibilidad de comer antes de bajar al patio, habría seguido ingiriendo el sándwich que portaba. Ante la falta disciplinaria, la maestra se habría acercado al estudiante para solicitarle que guardase el bocadillo y antes de que esta hubiera terminado la frase, el estudiante "le dio un puñetazo en la cara". Según explica la profesora, la tensa situación no habría finalizado con la presunta agresión física. De acuerdo con la maestra, una vez esta regresó a su mesa para continuar organizando a sus alumnos para salir al recreo, el menor le habría "tirado el sándwich a la cabeza".
Al finalizar la jornada lectiva, la docente acudió a la Policlínica de El Parador para que le hiciesen un parte de lesiones e informó a la familia de lo ocurrido. Asimismo, la profesora puso en conocimiento del Sindicato Docentes por La Pública lo sucedido. La entidad sindical ha mostrado todo su apoyo a la maestra afectada por la presunta agresión.
Volvieron las situaciones violentas
El caso fue expuesto a la dirección del centro, no obstante, "el alumno no fue expulsado hasta el lunes, siendo el martes 30 de enero el primer día que no acudió a clase, por lo tanto el viernes como el lunes se volvieron a vivir situaciones violentas", expresaría la profesora del Francisco Villaespesa en su comunicado.
Aparentemente, según se sucedieron los días desde el puñetazo hasta el momento en el que la expulsión se hizo efectiva, se sucedieron otros dos tensas jornadas, explica la profesora. El día después de la agresión, la profesora se habría acercado al menor para decirle "que lo ocurrido el día anterior había sido algo muy grave y que no se podía volver a repetir". Tras esta conversación, prosigue la profesora, el alumno habría empezado a reír y a jugar con la tijera "acercándosela a sus compañeros de equipo" algo que comprometería la seguridad de la clase. Consciente de la situación, la docente habría situado al menor solo en una mesa, pero debido al especio del aula el estudiante continuó "molestando a los compañeros que tenía cerca". Según explica la profesora, el menor respondió a las acciones correctivas de la docente empezando a cantar "maestra tonta, desgraciada de mierda, hija de puta, te voy a matar", impidiendo el ritmo y desarrollo de la clase.
La situación llegaría a su momento más tenso cuando el menor se habría levantado de su sitio y después de acercarse a la docente, este habría empezado a mofarse de la profesora utilizando un lenguaje indecoroso. "maestra asquerosa, ojalá te mueras, desgraciada de mierda". Ante esta situación la docente habría expulsado al menor al pasillo y este habría continuado con sus voces y cánticos irrespetuosos dirigidos a la profesora.
Pasado el fin de semana, el menor regresaría el lunes a las aulas donde también habría protagonizado momentos de tensión con insultos y amenazas. "Maestra asquerosa, te voy a matar", explica la profesora que expresaba el alumno. Además, sostiene la docente en su comunicado que ese día el estudiante habría "pinchado con las tijeras a una compañera en el costado". "Le quité las tijeras exponiéndome a un peligro, ya que no sabía como podía reaccionar". Manifiesta la docente.
La docente alega que estas tres jornadas han "provocado miedo e inseguridad" en sus alumnos y en ella misma. "Después de la agresión del jueves estamos poniendo en juego nuestra integridad y seguridad ya que, después de haber agredido a una maestra no sabemos de lo que puede ser capaz".
La maestra sostiene que "no se ha cumplido el protocolo de actuaciones, ya que no se ha dotado al centro de los recursos que se necesitan y la expulsión del alumno no fue inmediata, por lo que tanto la maestra como sus alumnos quedaron desprotegidos y expuestos a un peligro". En este sentido, Docentes por la Enseñanza Pública también coinciden con la versión ofrecida por la profesora, sospechando que ha habido "un fallo en el protocolo de agresión y pedimos que se investigue".
De acuerdo con el comunicado ofrecido por la docente, "el alumno necesita supervisión especializada por parte de un Profesional Técnico de Integración Social (PTIS) y se escolariza en un centro en el que no existe ese recurso y la Administración no ha dotado hasta ahora al centro de ese PTIS, lo que supone un riesgo para la tutora, que ya ha sido agredida como para los alumnos".
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