El reloj más famoso de España tiene un hermano ‘no reconocido’ en este pueblo

La familia de este vecino lleva dando cuerda al reloj desde que se instaló hace casi 2 siglos

Mecanismo interno del reloj.
Mecanismo interno del reloj. La Voz
Víctor Navarro
11:58 • 17 mar. 2024

Entre los barrios de Las Peñas y La Mezquita de Alboloduy existe un vecino que vigila de forma perenne el paso del tiempo de esta localidad. En 1867 eligió las murallas árabes que rodeaban la alquería de Al-Hizan para establecer su residencia.



De planta cuadrangular, barandilla de forja y tres campanas superpuestas protegidas por un chapitel coronado por una veleta, la torre del reloj  informa religiosamente a los habitantes de Alboloduy sobre la hora.



Los vecinos hablan orgullosos de su reloj, una pieza fabulosa de la ingeniería mecánica del siglo XIX. “Este es el hermano del reloj de la Puerta del Sol. Está construido por el mismo ingeniero”, explican con cariño las gentes de Alboloduy al foráneo que se pregunta por la torre. No obstante, una serie de coincidencias en tiempo y espacio han podido estimular una leyenda urbana que lleve a la confusión popular. El Reloj de Gobernación de la Puerta del Sol fue obra José Rodríguez Losada, nacido en un pueblo de León en 1801, y el de la torre de Alboloduy por Antonio Canseco y Escudero (1838), natural también de un pueblo de León, y coetáneo del anterior. Además de haber trabajado ambos gran parte de su vida en Madrid.



Sin embargo, Canseco no tuvo nada que envidiar a su paisano y colega, y su nombre y marca está asociado a más de un centenar de relojes y mecanismos. Algunos que se convirtieron en míticos como el reloj de Los Chinos, del que nada se sabe y fue citado por Benito Pérez Galdós.



La Puerta del Sol no pudo ser, pero relojes procedentes del taller de Canseco han alcanzado fama como el emplazado en la Catedral de Madrid, el del Palacio de Oriente, o el del Escorial.







Este leonés fue un innovador. En 1866 sacaría adelante la patente ‘Sistema Canseco’, una forma de entender la circuitería que acabaría sustituyendo el sistema ‘Roskopf’. Los relojes de sistema Canseco adelantaron a la competencia por afinar la hora en todas las estaciones del año con su aguja de registro siempre al centro. Por otra parte, para los relojes de torre había sustituido las pesas por un sistema de motor a resortes. Todo un ingenio.



Con motivo del descubrimiento de América, Canseco, que también fue un lince del marketing de la época, sacó un catálogo con sus más de 100 ingenios repartidos por el país. Según este documento, el mecanismo del reloj de la localidad alpujarreña se construyó el 17/8/1884 y fue vendido al pueblo por 5.559 pesetas.


Luis Guil Rodríguez es el actual relojero de Alboloduy, nadie mejor que él entiende los entresijos de la torre y del mecanismo Canseco. Aunque comenzó su oficio en el año 1969, Luis proviene de una larga tradición de relojeros en el pueblo. “Mi familia ha dado cuerda al reloj desde que se colocó en la torre”.


Los otros dos hermanos Canseco

Es factible que en la provincia de Almería haya dos ejemplares más de los relojes Canseco, los cuales prestan servicio de manera anónima a sus vecinos.


Según el inventario publicado por el ingeniero en 1892, Sorbas fue el primer municipio de Almería en el que se instaló una de estas obras en 1881, mientras que el reloj de Lúcar sería el tercero, instalado en 1890.


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