Este 18 de abril, Luis Artero Ridao tomará posesión de su reciente nombramiento como Cronista Oficial de su pueblo: Antas. Un acto público y abierto a la ciudadanía para acompañar al antuso en tan emotivo homenaje por parte de la corporación municipal que le nombró de forma unánime como Cronista el pasado 1 de diciembre.
Un testigo que, Luis
Artero, recoge lleno de satisfacción y emoción. “Me siento muy
orgulloso de haber sido elegido de forma unánime por los concejales
de los dos partidos políticos de la localidad, tanto del Partido
Popular como del Partido Socialista”. Para el antuso también es
destacable poder continuar el trabajo del anterior cronista con el
que guardaba una estrecha relación. “Es un gran honor representar
a mi pueblo y ser el testigo directo del anterior cronista mi amigo
Gabriel Martínez Guerrero y voy a continuar con su labor”,
explicó.
Se podría decir que
el antuso lleva toda su vida dedicada al municipio en todos los
ámbitos. “Llevo 45 años colaborando en todas las actividades
culturales y deportivas que ha habido en el pueblo y desde hace 8 o
10 años más directamente. He participado en el Consejo Argárico y
con la Asociación Amigos del Argar”, rememoraba el historiador.
Ahora, en su nueva
tarea como cronista tiene por delante una serie de proyectos
ilusionantes que realizar y mucha historia y cultura antusa, -para
muchos desconocida-, que poner en valor.
Antas es un
pueblo que se ha hecho a sí mismo y así lo deja ver su historia, un
relato íntimamente ligado al agua. “El agua es vida y el agua ha
estado plenamente ligada a la vida del pueblo antuso que se ha
dedicado plenamente a la agricultura”, rememoró el cronista, así como la emigración o el papel de la mujer en la sociedad de Antas.
Artero recuerda como
a partir de 1850-1860 se pasa de una agricultura de subsistencia a
una agricultura capitalista, con el naranjo como promotor de todo
ello. A tal punto, que existen documentos sobre las exportaciones de
naranjas a Brasil, Reino Unido o Alemania. Algo que culminó con la
medalla de Oro a la naranja ‘Grano de Oro’ en la Exposición
Iberoamericana de 1929-1930.
Otra de las características
más importantes del pueblo de Antas que reseña el historiador es la
emigración, sobre todo a Argentina o Estados Unidos y posteriormente
a Alemania. Una emigración que configuró la idiosincrasia del
municipio tal y como la conocemos hoy día. “Sirvió para que la
gente de Antas comprase tierras a su regreso y le diera un vuelco a
toda la propiedad de las tierras, algo que se ha transmitido de
padres a hijos. Los padres que emigraron en 1925 a Estados Unidos y
en 1969 sus hijos emigraron a Alemania” .
Y dentro de la emigración y la agricultura Luis Artero quiere ensalzar el papel de la mujer antusa. En esa época se casaban con 16 y 17 años y recién casados emigraban y dejaban a sus mujeres aquí y regresaban a los 7 o 10 años. “Esas mujeres tienen un mérito tremendo sacando su familia adelante encargándose de las tareas domésticas y también de las tareas agrícolas, muchas de esas mujeres plantaron naranjos mientras que sus maridos estaban fuera, por eso quiero resaltar el valor de la mujer antusa” recalcaba el cronista.
Todo ello y más fromará parte del ilusionante proyecto que espera llevar a cabo el nuevo cronista. Sin dejar por supuesto de lado a la joya de la corona de Antas que es la Cultura Argárica. “Seguiremos trabajando en poner en valor el Argar, por supuesto, pero yo soy licenciado en historia contemporánea y también quiero reseñar esa época que es mi especialidad. Yo me meto en los papeles, en las fuentes, en los archivos...quiero aportar datos que yo mismo he sacado buscando en el archivo. ¡Un trabajo de legón y pala!”, bromeó finalmente el historiador antuso.
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