Más de 2.000 euros de solidaridad gracias a este desfile con vestidos históricos

Pese a ser una de las calles más extensas del municipio, el pasado sábado no cabía más emoción, recuerdos, solidaridad, historia y por supuesto, moda, en la calle Ramón y Cajal. Y es que pocas veces un desfile o una pasarela de moda ha convocado a tantos vecinos como lo hizo el del pasado sábado en un acto que también sirvió como homenaje a la conocida y querida vecina albojense María Luisa Granados, la Galatea.

Una mujer valiente, emprendedora y extrovertida que logró convertirse en amiga de prácticamente cada una de sus clientas y que en 2018 falleció sin ver cumplido su sueño: ver la calle desde donde ha vestido a la última durante décadas a tantas vecinas convertida en una pasarela. Lo que no sabía María Luisa -o quizás sí, porque no se le escapaba ni una- fue que sus hijas junto a algunas de las miles de clientas que han pasado por Boutique Galatea se iban a encargar de hacer realidad ese sueño.

Eso es lo que pasó el 13 de abril, cuando en torno a una veintena de albojenses desfilaron luciendo vestidos y prendas que en algunos casos tenían -pese a que pudieran pasar por moda actual- alrededor de tres décadas. Otros tantos cientos de vecinos acudieron al acto para ser parte de ese homenaje a María Luisa Granados y para colaborar con otro de los objetivos de este evento más allá de ese recuerdo: lograr la mayor recaudación posible para asociaciones que luchan contra el cáncer y de personas con discapacidad.

Gracias a la venta de localidades por el precio simbólico de 5 euros y a quienes, aún sin tener silla, decidieron formar parte de la denominada 'fila cero' para realizar una donación, el evento ha recaudado una cantidad superior a los 2.000 euros aproximadamente.

Silvia Alonso, hija de María Luisa y actual gerente de Galatea, reconoce que "no pensábamos que iba a haber tanta gente y estar tan arropadas por los vecinos de Albox y por todo el mundo". El domingo estás con la resaca pero ya el lunes te dices: ostras, cómo querían a madre; es lo único que nos salía", explica en alusión también su hermana Ana.

Al acto asistieron, al menos, 260 personas que fueron las butacas ocupadas, a las que hay que sumarle el numeroso público que presenció de pie el desfile presentado por María Dolores Maldonado. Ante estas cifras, Silvia se ha mostrado agradecida por esta "acogida maravillosa" y sorprendida "por el respeto hacia mi madre, por la involucración de la gente y por la generosidad de los albojenses".

Más allá del recuerdo y de la solidaridad, el evento fue también toda una fiesta en la que de forma posterior al desfile los asistentes pudieron departir, bailar y sobre todo compartir cientos de anécdotas acerca de María Luisa y su legado, la protagonista de un acto con diversos propósitos pero todos ellos plausibles como son la solidaridad y el recuerdo para con una vecina y empresaria que, ahora sí, allá donde esté ha podido ver cumplido su sueño y, a la vez, hacer posible el de otros gracias al dinero recaudado.