Leroy Merlin rompe su contrato en Almería y Bogaris le reclama 13 millones

Leroy Merlín, la mayor multinacional del bricolaje, ha decidido romper su contrato con Bogaris Retail para establecerse en Almería. La cadena francesa ya no confía en el proyecto de Centro Comercial Torrecárdenas y ha rescindido su  acuerdo de arrendamiento para ocupar una supeficie de 12.350 metros cuadrados con una inversión de 3,5 millones de euros.

Ante el órdago lanzado por el operador, la promotora sevillana ha replicado con una demanda en el juzgado número cinco de la capital en la que le exige una indemnización por daños y perjuicios de entorno a 13 millones de euros. Las obras, mientras tanto, del que se presentó como uno de los mayores centros comerciales sigue adelante desde comienzos de este año en la fase de movimiento de tierras.

Un portavoz de Leroy Merlin, un grupo que factura 6.500 millones de euros y suma 35.000 empleados, explicó que “hemos rescindido el contrato por incumplimiento en el plazo de ejecución de la obra por parte de la promotora, teníamos una facultad resolutoria que hemos ejercido”.
Desde la compañía matizan, sin embargo, que no renuncian a poder participar de otro proyecto en Almería y que siguen buscando emplazamientos en ciudades españolas donde no tienen presencia. Leroy se estableció en Roquetas de Mar, en el Centro Comercial Gran Plaza, hace más de una década. Próximamente abrirá en Sabadell y Albacete.

Un portavoz de Bogaris, Javier Marín, reconoció que “la promotora está discutiendo severamente con Leroy, estamos en una situación difícil, pero el proyecto va a seguir adelante, en cualquier caso”. Avanzó que siguen teniendo la confianza de otros operadores como Sprinter, Kiabi, Foster Hollywood y Burger King. Bogaris también avanzó el acuerdo con otra marca locomotora como Media Mark y Mercadona.
“Nuestro plan es terminar las obras de urbanización este mismo año y entregar el espacio a los operadores.
Otro de los problemas que acosan el proyecto almeriense de Bogaris, presidida por Rodrigo Charlo, es el acceso con la Autovía del Mediterráneo por Viator cuyo proyecto con la Administración autonómica no se ha llegado a cerra y que el ajuste de inversiones ha terminado paralizando.
La idea era conectar, desde la A-7 con Carretera de Ronda y la Avenida del Mediterráneo con el futuro acceso norte desde Viator para una población potencial de 450.000 habitantes.
También tiene que contar con la colaboración del resto de propietarios del Plan Parcial donde se ubica al Gran Superficie, entre el Hospital Torrecárdenas y La Pipa.
Obras de urbanización
Este grupo de dueños de suelo, entre los que se cuentan Francisco Méndez, Bienvenido Fernández, Francisco Gallardo Fresneda y Francisco y María Luisa Pérez-Manzuco, podrían ya no tener tanta prisa en promover nuevas viviendas ante la paralización inmobiliaria y, por tanto, se estarían cuestionando, en el momento actual su participación en los gastos de las obras de urbanización y de la necesaria subestación eléctrica.
El Ayuntamiento también cuenta con suelo en la zona que trasladaría a la Empresa Municipal de la Vivienda para la construcción de 550 viviendas protegidas.
La inversión global prevista es de 55 millones de euros y la intención inicial de Bogaris es la de realizar las obras en dos fases, pero la tardanza que se sufrió a la hora de constituir la Junta de Compensación trastocó los planes iniciales y Bogaris se vio obligados a comprar más suelo de previsto a otros pequeños propietarios.
Bogaris siempre ha confiado en este proyecto que pretende abrir a comienzo