Lo que parecía una señalización temporal para advertir sobre un
peligro circunstancial en plena autovía del Mediterráneo (A-7)
lleva acompañando -y sobresaltando a los más despistados- desde
hace semanas.
Se trata de un bache muy notable situado en una vía rápida transitada por
miles de vehículos al día y donde ya se han visto, incluso,
incidentes en el que algo de ellos ha salido malparado.
Lo conocerán de
sobra todas esas personas que transitan a diario o de forma periódica
por esta autovía, a la altura de La Ballabona, en el término
municipal de Huércal-Overa. Pese a que el firme está dañado (aunque es mucho más reciente que en otros tramos de la autovía) tan
sólo en dirección Murcia-Almería, esta circunstancia ya es
conocida entre quienes circulan habitualmente por esta autovía.
Si bien es cierto
que es esta circunstancia está advertida con una señal de peligro
unos metros antes de llegar a la misma, esto no impide que los
conductores se sorprendan al comprobar el movimiento sorpresivo que
se produce al llegar a este tramo.
Esta anomalía en la
vía obliga a los conductores a limitar la velocidad de 120 a 80
kilómetros por hora desde hace semanas, cogiendo de imprevisto a los
más incautos o irresponsables que hace caso omiso a este tipo de
señalización que, para indignación de no pocos vecinos de la zona
y usuarios habituales de esta vía, ya lleva presente en la misma
varias semanas.
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