Dos características que se perpetúan en el tiempo sigue presidiendo el ránking empresarial almeriense con datos de 2011: el tamaño de las firmas de la provincia está aún a años luz de las grandes de la región (la primera, Cosentino, ocupa el puesto 39 por volumen de negocio); y la actividad de las grandes almerienses sigue pintada de verde agro puesto que ocho de las quince primeras pertenecen al sector de la comercialización de frutas y hortalizas.
Bien es verdad que la mayoría que anteceden al grupo que fabrica el Silestone son multinacionales con sede social en Sevilla, excepto algunos casos de vitola específicamente andaluza como la ingeniería Abengoa, la constructora Sando, la distribuidora de alimentos Covirán, el fabricante de bebidas Osborne o las cooperativas agroalimentarias Acesur y Hojiblanca.
El sector de la construcción es el que más se ha contraído en los últimos años y sigue perdiendo peso en la economía almeriense. Tan solo aguanta con unos números aseados Jarquil. La compañía que dirigen José Luis Sebastián y Joaquín Salvador se mantiene como décima del ránking con una nada despreciable facturación de 111 millones de euros y el mantenimiento de 351 trabajadores. Lo que han caído han sido, sobre todo, promotoras inmobiliarias, sis aliento para seguir construyendo y sin mucho músculo para vender lo construido en años precedentes.
Se ha recuperado tímidamente el turismo en este último periodo y Hoteles Playas de José María Rossell, se mantiene con unas ventas por encima de los cien millones de euros, sin abrir nuevos establecimientos. Las exportaciones de frutas y hortalizas es lo que sigue salvando la economía almeriense (y de rebote el saldo comercial andaluz). En este segmento siguen emergiendo gigantes en cifras de negocio como la cooperativa de segundo grado Unicagroup, uno de los exitosos ejemplos almerienses de concentración de la oferta.
A la compañía de Martínez Portero se le unen en este ránking de primeros espadas el grupo Agroponiente, presidida por Diego Amat Navarro, Alhóndiga La Unión, de Gabriel Barranco, la CASI, de José María Andújar, Agrupaejido, de Cecilio Guillén, Vicasol, de Juan Antonio González, Murgiverde, de Manuel Galdeano, y la pulpileña Primaflor del veterano Lorenzo Belmonte.
En el número 15 del ránking, con 103 millones de ingresos y 192 empleados al cierre del pasado ejercicio, aparece Deretil, la empresa química de Villaricos, dirigida por José Cano, que está virando hacia nuevas líneas de negocio basadas en los agronutrientes.
El pasado ejercicio se caracterizó por el cierre de empresas de tamaño medio y el incremento de concurso de acreedores, aunque aumentó también la creación de autoempleo a través del registro de autónomos.
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