En pleno Desierto de Tabernas emerge un reducto verde de vida y ocio que este año sopla cincuenta velas desde que en 1974 un grupo de empresarios, liderados por José María Rossell, se hicieran con ‘El Fraile’ en propiedad. Este ruinoso poblado cinematográfico western, a base de mucho esfuerzo e inversiones, terminó convirtiéndose en el popular MiniHollywood, uno de los atractivos turísticos referentes de la provincia de Almería que recibe actualmente a más de 300.000 visitantes al año.
Este parque temático, único en Europa, sigue en continuo crecimiento gracias al grupo hotelero Senator Hotel&Resorts, perfilando cada detalle diariamente y añadiendo nuevos atractivos para que almerienses y turistas repitan su experiencia. Oasys MiniHollywood ofrece vivencias únicas para todos los públicos, desde viajar en el tiempo para disfrutar del lejano oeste y el pasado cinematográfico almeriense hasta descubrir la fauna de la sabana africana, puesto que desde 1997 este complejo alberga también una reserva zoológica con alrededor de 800 animales.
De película
Con 40 hectáreas de extensión y 150 trabajadores, Oasys MiniHollywood abre las puertas al visitante a un mundo lleno de espectáculo y naturaleza, que hace vibrar los sentidos. Duelos de pistoleros sobre la polvorienta calle principal o bailarinas de cancán en el ‘Saloon’ dan vida a históricas producciones cinematográficas como ‘La muerte tenía un precio’, ‘El bueno, el feo y el malo’ o ‘Sol Rojo’ que se grabaron a lo largo de los años 60 y 70 en este espacio en el que se han realizado cerca de 400 rodajes, entre películas, cortometrajes, videoclip y anuncios televisivos.
Bienvenidos
Los carteles de los míticos western dan la bienvenida a los ‘forasteros’, llegados la mayoría desde diferentes puntos de la geografía española. Pero también predomina, sobre todo cuando llega el mes de agosto, el acento francés, británico, alemán e incluso japonés. Todos ellos acceden al fuerte por unas escaleras de la fama, en las que se rinde homenaje a personalidades del mundo del cine como Sergio Leone, Clint Eastwood, Ursula Andress, Claudia Cardinale o Charles Bronson, entre muchas otras figuras de la gran pantalla.
Son recibidos por personal ataviado con vestimenta del viejo oeste, junto a un photocall en el que inmortalizan una visita que les lleva por las calles de un poblado al que no le falta detalle alguno: mina, iglesia, estación de ferrocarril, banco, oficina del sheriff, edificio de bomberos, cementerio o su conocido bar-saloon ‘Yellow Rose’, en el centro de este espacio en el que, sobre todo gracias a los distintos pases de espectáculos, uno parece estar caminando por Arizona en los años de la expansión de la frontera de Estados Unidos hacia la costa del Pacífico.
Muchas de las casas mantienen aún sus viejas tablas de aquel poblado cinematográfico originario que fue diseñado como Yucca City a principios de los sesenta para la cinta ‘La muerte tenía un precio’ del italiano Leone. Otros edificios, todos ellos con la estética del salvaje oeste, se fueron reconstruyendo y mejorando con el paso del tiempo, destacando que también cuenta con varios museos como el de historia del MiniHollywood y carruajes, el de coches de época o el del cine.
Para degustar
Pero la experiencia para las familias y grupos que caminan por sus polvorientas calles y su zona más salvaje no solamente es visual. El complejo oferta hasta cinco espacios de hostelería. Desde el restaurante buffet Arizona (variedad de platos), donde comen diariamente en agosto hasta 500 personas, al Yellow Rose Saloon (refresco, café. copas...), pasando por el Chiringuito África (hamburguesas, perritos, pizzas, fruta fresca...), La Reserva (bocadillos, helados...) o por el Restaurante Grill Mirador Okavango, con carnes y verduras a la parrilla en una terraza única con vistas al desierto y a la reserva zoológica.
Cabe destacar que este poblado también es escenario de bodas tematizadas, además de comuniones, comidas de empresa o cumpleaños, siendo un espacio idóneo para acoger inolvidables celebraciones.
Naturaleza
Tras conocer la vida del viejo oeste, pasar por el curioso jardín de cactus y el estudio fotográfico de Calamity Jane, donde puedes convertirte en un vaquero, un sheriff o quizás un indio apache, se pone rumbo a un auténtico oasis en medio del desierto: a las piscinas con zona vip para relajarse. Una agradable parada en el camino antes de adentrarse en una reserva zoológica que se puede visitar a bordo de un pequeño tren.
Hay un espacio para espectáculos de loros y papagayos, una sorprendente cueva de murciélagos, los entrañables suricatos, tortugas y otras especies antes de pasar por uno de los rincones más característicos de esta parte del parque temático: su preciosa cascada que aflora desde el mismísimo desierto y da frescura a un entorno en el que vive un oso pardo, un león, rinocerontes, jirafas, guepardo, zebras, cocodrilos del Nilo, gacelas, hipopótamos, cigüeñas, lemures, hienas, zorro del desierto y otras muchas especies que reciben todos los cuidados necesarios. Esta reserva, que cuenta con hasta cinco veterinarios, colabora y trabaja con distintas asociaciones y entidades relacionadas con la investigación y el cuidado animal.
Los cientos de visitantes que pasan al mes por el parque temático se marchan con la sensación de haber experimentado una jornada inolvidable, llena de buenas anécdotas compartidas por padres, madres e hijos, por parejas, amigos o compañeros de trabajo. Y como suele ocurrir cuando una persona es feliz visitando un lugar, la necesidad de volver en un futuro es más que evidente. Oasys MiniHollywood nunca dice adiós a sus ‘forasteros’, siempre es un hasta luego, un hasta la próxima, con más y mejores novedades que ofrecer a un público que, gracias a todos los servicios que tiene este complejo, se sienten como en casa.
Mirando al futuro
Oasys MiniHollywood es, sin duda, uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia almeriense, que se ha propuesto como ambicioso objetivo aumentar su volumen de visitas hasta el medio millón de personas al año. Para ello ya hay proyectados nuevos servicios que fortalecerán este parque temático como un referente en todo el continente Europeo.
La gran joya de la corona será la construcción de un hotel con 150 habitaciones, pero también se ha ideado la ubicación de una nueva tienda de souvenirs y de productos almerienses, un puente colgante, un parque infantil y otro habilitado para campers, o un gran tobogán en la zona de las piscinas. También está previsto, en el ‘Master Plan 2024-2026’ que se mejore la zona de aparcamientos.
El parque temático cumple medio siglo de vida en este 2024 y va a por otros cincuenta años más con paso firme, mejorando día tras días con su fundador como testigo, que no pierde detalle de los avances durante sus frecuentes paseos por este complejo único en el continente europeo. José María Rossell, referente del sector hotelero en España, mira con optimismo al futuro de Oasys MiniHollywood, que espera que llegue a recibir la cifra de 500.000 visitantes al año.
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