Antas

Juan Cano, de comer “latas de sardinas por toda Europa” a tener 350 camiones

El empresario recuerda sus orígenes y reflexiona sobre el futuro del sector y de la provincia

Juan Cano (derecha) recogiendo un galardón días atrás de manos del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.
Juan Cano (derecha) recogiendo un galardón días atrás de manos del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. La Voz
Guillermo Mirón
11:47 • 05 jul. 2024

Dice una célebre cita del filósofo Henry David Thoreau que la bondad es la única inversión que nunca falla. Si no les separaran más de cien años en el tiempo, sería fácil creer que el pensador americano plasmó esta máxima tras una conversación con Juan Cano (Antas ,1958). Porque al fundador de Transintercano, las empresa familiar con sede en Antas y que se ha convertido en un verdadero referente dentro del sector, no le sale hablar de sí mismo si no es mostrando su agradecimiento, uno tras otro, a quienes en algún momento -por muchas décadas que hayan pasado- le han tendido la mano para llegar a ser quien es hoy.

Lo hace de manera natural y en prácticamente cada respuesta. ¿Cómo empezó todo? “Esto comenzó en el año 1986”, anticipa, como en las grandes historias. “Gabriel Barranco -que en paz descanse- fundador de Agroponiente y La Unión entre otras empresas, era un hombre muy emprendedor y mejor persona. Tras una campaña trabajando para él como conductor de un camión de otra empresa, me propuso comprar un camión al 50%. Fui a la oficina de Cajamar en Antas, el director era Francisco Alonso, y le dije que necesitaba comprar un camión pero que ni tenía dinero ni quien me avalara. Me dijo: tráeme una fotografía de tu casa y mañana tienes el dinero. Y ahí comenzó la andadura”. Hoy tiene 350 camiones.

Ahí lo tienen. Dos agradecimientos en una primera respuesta. Escuchándole, se podría tener la tentación de pensar que el espíritu emprendedor es algo que se contagia en esta provincia casi con la facilidad de un virus, e igual no le falta razón a la vista de los hechos para los que se remonta justo tres décadas. “En 1994 teníamos cuatro camiones y decidí comprarle a mi socio su 50%. Le comenté que me faltaba dinero para pagar esa parte y me dijo: Vamos a la notaría, firmamos y cuando puedas, me pagas. Y así lo hicimos. Quise pagarle antes y me dijo que esperara, que primero tenía que criar a mis hijos y salir adelante,pPor lo que le pagué cuando pude y cuando él quiso”.

Antes incluso de esos años, hubo un tiempo en los que uno de los empresarios más conocidos de Almería era el encargado de coger el volante durante miles de kilómetros, lo que también le ha valido para ser quien es hoy. “Es la suma de mucho sacrificio y de muchas penas y noches sin dormir. El principio de todo esto fue comer muchas latas de sardina por toda Europa, lo que me sirvió para adquirir experiencia tanto en mecánica como en el trato con conductores, porque cuando uno ha hecho lo que otros hacen ahora, ya sabe cómo tratarlos”.

Algo más de una década después, en 2016, la que ya era únicamente su empresa contaba con 350 camiones “pagados en propiedad”, además de “las instalaciones de Antas, junto a otras en la provincia de Barcelona”. Fue en ese año cuando decidió diversificar el negocio al prever “una crisis de mano de obra en el sector” por lo que decidió invertir en la agricultura y concretamente en cítricos. “A día de hoy tengo más de 300 hectáreas en producción”, detalla.



Pero no sólo hace gala de lo que posee sino que también subraya quienes le han rodeado durante estos años como son los empleados. “He tenido la gran suerte de contar con unos grandes profesionales y personas a mi lado que, algunos casos, llevan trabajando hasta más de 30 años con nosotros”, reconoce. 




Desde luego, si algo obsesiona a Juan Cano -más allá de su empresa y trabajo- es mantener “el crédito”. Sin embargo, el hecho de que se trate de uno de los mayores empresarios de la provincia, ayuda a que uno corra el riesgo de confundirse. No se trata del crédito bancario, sino humano. “Si tienes crédito y eres una persona formal y humilde, la gente cree en ti”, sentencia.

Y lo hace desde la experiencia propia, al recordar cómo llegaron hasta sus instalaciones, aún sin poner un duro -o entonces, una peseta- camiones por valor de 500 millones. “Si pierdes el crédito estás acabado”, reitera. “Recuerdo hace años cuando, a través de Juan Carrión, hice un pedido de camiones por 500 millones de las antiguas pesetas. Me los descargó aquí sin haberle dado ni una sola peseta. Me dijo que ya tenía los camiones matriculados. Yo le dije: ¿y si ahora no te los pago? Pues te quedas con ellos, me respondió”. A la anécdota, que es más que eso, le acompaña una sonrisa que esconde el -de nuevo-agradecimiento que siente por algo sucedido hace lustros. “Ya los tienes sin firmar un papel. Haz lo que quieras.

Será porque la vida le ha puesto para transitar este camino junto a nombres como el de Gabriel Barranco o Juan Carrión o por los aprendido de sus familiares y más allegados a lo largo de toda una vida, pero Juan Cano no olvida su principal máxima. No se quiere desprender de la humildad ni de sus quehaceres diarios que, en la medida de lo posible, son los mismos que hace treinta años. Charlar con sus vecinos, el amor por Antas y la pasión por el deporte y estar rodeado de su gente. “Es mi forma de ser. Siempre he transmitido a mis hijos que hay que ser humilde y que nunca hay que creerse el rey del mambo, porque el rey del mambo, no existe”. Esta afirmación, la de que “el rey del mambo no existe”, es la única que reitera en varias ocasiones durante la entrevista. Queda claro el porqué.

En cualquier caso, su trabajo y esa forma de ser le llevó hace tan sólo unas semanas a recoger el galardón de 'Familia-Empresa 2024' de manos del alcalde Málaga, Francisco de la Torre, dentro los premios impulsados por la Cátedra BBVA de Empresa Familiar de San Telmo Business School. Un galardón que le ha “llenado de satisfacción” y que supone “un reconocimiento al esfuerzo que he hecho durante tantos años”, celebra.

Es en ese momento cuando sale de nuevo a colación el carácter familiar que mantiene la gran empresa y por el que se siente igualmente “muy satisfecho”, abriendo una nueva “etapa” en la sociedad. “Ahora estamos en otra etapa en la que ya se han incorporado mis tres hijos. Mi hija Cristina, la mayor, hizo Marketing y tras seis años en Inglaterra volvió y actualmente es la directora comercial. Elena, licenciada en Administración y Dirección de Empresas y recientemente en Derecho, está en el Departamento de Administración y Juan Carlos acaba de incorporarse tras hacer Relaciones Laborales y está en el Departamento de Exportación”.

Futuro y ampliación
La satisfacción es doble ya que, en este caso, no ha sido él quien les ha intentado convencer durante año para que le acompañen en la empresa sino que “han venido ellos porque les gusta el sector y han sido los que han decidido trabajar aquí”. Al hablar del futuro, destaca la ampliación de las instalaciones en la que ya está trabajando y que será de 7.000 metros destinados a “oficinas, talleres y nave para logística”.

Así las cosas y con la continuidad de la empresa familia asegurada, ¿cómo se imagina el futuro del sector dentro de 20 años?. “Lo veo muy complicado pero el transporte por carretera siempre va a existir. Si llega el AVE habrá que usar camiones para llevar la mercancía del lugar de producción al AVE. En destino, habrá que usarlos para coger la mercancía y llevarla al destino final. Para productos perecederos y de corta vida, en mi opinión es inviable el AVE”, reflexiona antes de responder a si la sociedad almeriense valora el sector del transporte como tanto como a otros que sostienen a esta tierra.

“A veces no se valora la importancia que tiene. Todo lo que comemos, vestimos y utilizamos cada día se mueve por medio del transporte” y pone lo ocurrido en la pandemia como el ejemplo perfecto de ello. “La prueba está en la dependencia que había durante esos años. Recuerdo descargar el camión en una gran superficie y antes de descargarlo ya estaba vendido”, subraya.

A las instituciones no les pide demasiado pero sí que, al menos se acuerden del sector porque “no existen subvenciones para el Transporte, ni para renovaciones de flota”. De hecho, su flota ha reducido un 20% las emisiones “en cuestión de un año” y, por lo tanto, la huella de carbono. Aunque esa apuesta la ha realizado “a pulmón, sin recibir ni una ayuda de parte de la Administración”.

Siempre que ha podido, durante las visitas de políticos de primer nivel que ha recibido, recuerda al responsable público de turno “el error muy grande” que se cometió “cuando la Junta de Andalucía cambio en 2012 la tramitación que permitía obtener el carné para ser conductor profesional, que entonces era casi gratuita. “Lo han complicado de tal manera que se pasó de pagar 80 euros por las tasas a tener que hacer ocho exámenes y pagar 5.000 o 6.000 euros, por lo que no todo el mundo tiene acceso y se creó una crisis de conductores. A día de hoy continúa así. Lo puse en conocimiento de la Junta de Andalucía y a nivel de ministros de Transportes de España pero nadie ha movido nada”, lamenta.

Sin embargo, más allá de su sector mira con optimismo. Incluso ante un descenso como el de la UD Almería, de la que es fiel colaborador y seguidor. “Hay que colaborar con el deporte y si encima es una cosa que te gusta…”, anima antes de apuntar que “la gente no se da cuenta de lo difícil que es estar en Primera División. Córdoba es una ciudad que tiene el doble de habitantes que Almería y se han tirado tres días celebrando el ascenso a Segunda División”, cuenta a modo de anécdota.

El mismo optimismo se da al hablar del futuro de su comarca, la del Levante Almeriense, que espera con expectación la llegada del AVE. Eso sí, considera que sin otra llegada, demandada aún antes que la de la Alta Velocidad, habrá poco que hacer. “Si los políticos se mueven, solo falta una cosa pero es la más importante: el agua. No podemos depender de que llueva en Granada. Tenemos el mar al lado. Si son capaces de construir desaladoras y abastecer la comarca de agua habrá un crecimiento espectacular”, confía antes de -hablando de futuro- responder a los consejos que les ha transmitido a sus hijos.

“Les he dicho que hay que tirar para adelante pero no penséis que es todo bueno, porque vendrán ratos muy malos y de mucho sacrificio. Por bien que vayan las cosas nunca penséis que eres el rey del mambo porque el rey del mambo no existe”. Quizás lleve razón y el rey del mambo no exista. Otra cosa, mucho más debatible para cualquiera que comparta con Juan Cano unos minutos de conversación, sería negar que exista el rey del transporte.








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