Huércal-Overa

Los trabajos arqueológicos confirman un hallazgo “excepcional” en Almería

Los investigadores identifican el segundo granero medieval fortificado de la Península Ibérica

Guillermo Mirón
10:01 • 09 jul. 2024

“Huércal la Vieja es un granero fortificado sin ningún tipo de duda”. Son las palabras con las que José María Martín Civantos, doctor en Historia y Arqueología medieval de la Universidad de Granada (UGR), confirmó la existencia en la provincia de Almería de un hallazgo "excepcional".

No es para menos, ya que los trabajos que se han realizado durante dos semanas en el yacimiento de Huércal la Vieja, en el municipio de Huércal-Overa, han permitido identificar el segundo granero medieval fortificado ubicado a lo largo y ancho de la Península Ibérica.

De este modo, con la exposición de los resultados de las excavaciones impulsadas por el Ayuntamiento y llevadas a cabo por Memolab (Laboratorio de Arqueología Biocultural de la UGR) en la tarde del lunes, se puso fin a décadas de especulaciones sobre qué tipos de restos eran los de este conocido yacimiento, al que se le ha atribuido ser desde una necrópolis hasta un posible castillo.

Había motivos para creerlo, como son sus torres y su muralla. El problema es que no eran ni una cosa ni la otra. Se trataba de estructuras propias de una fortaleza pero que realmente eran "falsas". Funcionaban casi como elementos decorativos dándola el aspecto de un castillo con la intención "de que pareciera inexpugnable".

En realidad, el de Huércal la Vieja era un granero que se remonta al siglo XIII bajo dominio nazarí funcionaba "como una caja fuerte" donde las familias de las poblaciones cercanas de Huércal y Overa (no se descarta que su uso se extendiese más allá incluso de este territorio) guardaban propiedades de valor como el grano y comida en general, la documentos importantes o incluso la dote de la hija.

Una edificación construida "por las propias comunidades campesinas" de los núcleos que hoy conforman el topónimo de Huércal-Overa, tal y como explicó Civantos. "Son las dos comunidades campesinas las que probablemente se pusieron de acuerdo” para su "construcción y mantenimiento" así como para defender sus bienes “más preciados” como en aquel entonces era el “grano”, lo que directamente podía permitir la subsistencia de familias.

Estos hechos hablan también de la relación de estos pueblos "con el propio estado", que estaba "ausente" a tenor de este tipo de iniciativas que partían de los propios campesinos.

Otro de los aspectos que más han llamado la atención del equipo de investigadores y científicos de Memolab y que han contado también con la colaboración del CSIC es el momento en el que fue construido y utilizado, coincidiendo con el “momento de la conquista del Reino de Murcia". Esta circunstancia, lejos de ser anómala, es la que permite explicar "la necesidad de guardar esos bienes”, subrayó Civantos.

Lo extraordinario del hallazgo hace que haya que recurrir a edificaciones del norte de África para encontrar lo que se denomina como "paralelos", estructuras similares a la identificada en Huércal la Vieja". Entre las 'normas' que compartirían figuraban algunas como prohibir la entrada de animales ( dea ahí sus estrechos pasillos) para salvaguadar la comida y los bienes así como la vigilancia de u guarda ,que era el encargado de abrir la puerta y de asegurar que la visitas transcurriesen sin incidentes, como posibles robos.



Más de 3.500 restos de cerámica
Los trabajos que se han llevado a cabo durante quince días y que han contado también con la colaboración de voluntarios y vecinos han permitido también que salga a la luz la friolera de 3.741 fragmentos de cerámica. Restos de utensilios y herramientas de todo tipo y que han permitido la recuperación de objetos de cocina ,como una olla para cocinar alimentos que requerían bastante agua y una cazuela, par los que necesitaban menos bien líquido.

En el acto de presentación, en el que además de los investigadores también intervino la concejal de Educación, Juani Egea, se dieron a conocer del mismo modo se ha hallado numerosos fragmentos de utensilios de almacenamiento como jarras con una tapadera completa o de la vida cotidiana, como es a boca de una tinaja con una visible decoración almohade o una olla rota que, lejos de tirarla, se reconvirtió en una especie de mortero.

Elementos que, en una pequeña representación, se expusieron ante quienes asistieron a la presentación de los resultados que acogió el salón de plenos del Ayuntamiento y entre los que también figuraba un albahaquero (recipiente para que las plantas para cocinar se mantengan frescas) e incluso instrumentos musicales como un tambor.









Temas relacionados

para ti

en destaque