Ni señales, ni precaución: carreteras almerienses, cementerios para camaleones

Cada año, entre junio y septiembre crece el nivel de atropellos de estos reptiles

Camaleón en el arcén de una carretera de Enix. Foto de archivo de Serbal.
Camaleón en el arcén de una carretera de Enix. Foto de archivo de Serbal. La Voz
Víctor Navarro
13:06 • 13 jul. 2024

En los tranquilos parajes costeros de Almería, un drama silencioso se desata cada año entre junio y septiembre. Las carreteras locales que conducen hacia Aguadulce, Las Amoladeras, Agua Amarga y Mojácar se han convertido en puntos negros para una especie que, durante sus meses de celo y desove, se enfrenta al peligro de ser atropellada. Coincidiendo con el intenso tráfico veraniego, estos desplazamientos vitales se vuelven mortales, poniendo en riesgo su supervivencia mientras busca pareja para perpetuar su especie.



Los constantes atropellos han alarmado a grupos conservacionistas del medio ambiente almeriense como SERBAL y expertos ecólogos-biólogos como el doctor Ignacio Durán, quienes piden, desde hace años, medidas para garantizar la salvaguarda de estos animales que transitan por las carreteras de la provincia.



Su pequeño tamaño y paso lento, sumado a la capacidad que tienen de mimetizarse con el entorno por el que caminan, hace que los conductores no adviertan de su presencia, precipitando su fatal desenlace. A raíz de esta problemática, desde 2009 SERBAL ha estado trabajando incansablemente en la monitorización, registro y protección del camaleón común, sin embargo, los atropellos siguen sucediéndose y quizás, sólo baste con una señal de tráfico diferente en las carreteras almerienses como las utilizadas en Namibia, Madagascar o en Sopalmo (Mojácar) para alertar a los conductores de la presencia de este reptil.



Grandes colonias y zonas críticas



Para seguirle la pista al camaleón común hay que remontarse a los años 60. Esa especie encontraría en el territorio almeriense un ecosistema similar a su habitat norteafricano para prosperar. Veinte años después de su introducción en la provincia, se abriría camino hasta el Cabo de Gata y así fue copando diferentes lugares hasta conformar grandes colonias en Aguadulce, Carboneras y Barranco del Palmer, así como en Las Negras y Agua Amarga.



Si bien es cierto que el camaleón común es un reptil arborícola, el macho entra en celo y echa pie al suelo (o pata mejor dicho) para cruzar las carreteras durante los meses de junio y julio en busca de una pareja con la que aparearse. Este ritual de descenso de los árboles vuelve a producirse en septiembre, pero en esta ocasión es la hembra la que se expone al rigor del tráfico para poner los huevos.



Las investigaciones llevadas a cabo por SERBAL revelan dos zonas críticas de atropello de camaleones en la provincia. La primera se concentra entre Níjar y Almería, concretamente en las localidades de Rodalquilar, la Cala del Plomo y Las Amoladeras. "El otro punto negro se encuentra en el Levante, en el tramo que conecta con Mojácar, Macenas y Carboneras", explica Emilio González, presidente de la asociación de la biodibersidad almeriense, SERBAL.



Emilio González señala que en una pista forestal "no se puede circular a más de 30km/h", y que una señal de alerta para camaleones debería ser efectiva para evitar el atropello mortal de estos reptiles. "La implementación de estas señales no solo reduciría la velocidad de los conductores, sino que también aumentaría la conciencia sobre la presencia de camaleones en estas áreas críticas," añade González. La necesidad de medidas protectoras es urgente, especialmente durante los meses de actividad reproductiva, cuando los camaleones son más vulnerables al tráfico.


¿Qué hacer si ves un camaleón?

Mientras las señales de tráfico, 'peligro camaleón' llegan o no a las carreteras almerienses, los expertos en el estudio de estos reptiles que habitan Almería, recomiendan que no tomen estos animales como mascotas y se informen a las autoridades mediante el 112 sobre avistamiento de estos animales. Además, siempre que sea seguro, que retiren el camaleón de la carretera, asegurándose de moverlo en la misma dirección en la que estaba caminando para no desorientarlo.


La historia del camaleón común en Almería es un recordatorio vívido de los desafíos que enfrentan las especies salvajes en un entorno humano cada vez más expansivo. Implementar medidas preventivas, como las señales de alerta dotarían a la provincia de una herramienta más para preservar la riqueza natural y la biodiversidad única de Almería.


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