Sin aire acondicionado, botiquín y útiles de comedor en la Escuela de Verano

"Los menores han pasado un mes de julio insoportable de calor porque no nos han dejado las aulas con aire acondicionado". Esa es solamente una parte de las quejas presentadas por la empresa adjudicataria de una escuela de verano, que denuncia además "la negativa a cualquier cooperación y ayuda por parte de la directora del centro, que actúa como si el colegio fuera de su propiedad y le molestara tener que cederlo para realizar estas escuelas de conciliación".

Una reclamación a la que se ha sumado el Ayuntamiento de la localidad, que ha elevado un escrito a la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo de la Junta de Andalucía para que arbitre esta irregularidad, por la que el consistorio, además, ha tenido que afrontar un gasto de más de 3.000 euros para solventar lo que considera "inconvenientes potencialmente desagradables" a causa de "las decisiones del centro educativo".

Ha ocurrido en Huércal de Almería, donde el Ayuntamiento ha reprochado a la dirección del CEIP Clara Campoamor de la localidad que no haya cumplido con las obligaciones estipuladas en el marco del convenio firmado por el consistorio y la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo de la Junta de Andalucía para el correcto desarrollo de la Escuela de Verano de la localidad, que comenzó el pasado 1 de julio y se desarrolla hasta el próximo día 31, y en la que participan 150 niños y niñas del municipio.

El alcalde, Ismael Torres, ha remitido un escrito de quejas a la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo de la Junta de Andalucía, toda vez que se han producido una serie de deficiencias desde el centro educativo que el consistorio ha tenido que ir subsanando, a costa de realizar un desembolso superior a los 3.000 euros para dotar a la Escuela de Verano municipal de equipos de aire acondicionado y utensilios de cocina, negados ambos por el centro educativo, a pesar de que el Ayuntamiento contaba con la autorización de la Junta de Andalucía para disponer de todos estos materiales durante la celebración de la actividad.

Como indica en su escrito Torres, el Ayuntamiento realizó previo al inicio de la Escuela de Verano todos los trámites administrativos y contractuales para obtener la cesión del centro educativo desde la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo de cara a poder realizar esta actividad, documentos que fueron firmados por ambas partes, quedando establecidos los días y horarios, así como los derechos y obligaciones estipulados.

Así, se trasladó a la dirección del centro el proyecto de la actividad, el convenio firmado por Ayuntamiento y Delegación con la solicitud de seis aulas ordinarias repartidas entre aulas para el alumnado en etapa infantil, aulas para el alumnado en etapa de Primaria, el aula para el alumnado de necesidades especiales, el uso de las zonas comunes, el uso del aula matinal, comedor, aseos y todos los recursos básicos para el correcto desarrollo de la misma.

Del mismo modo, expone Torres en su escrito, en el último consejo escolar del centro antes de la finalización del curso, la concejala de Educación, Almudena Serrano, dio la información pertinente sobre la celebración de dicha actividad, autorizada por la Junta de Andalucía, para el conocimiento de los miembros del consejo.

El alcalde de Huércal de Almería ha señalado que los problemas comenzaron “en el momento en el que la empresa adjudicataria se puso en contacto con la dirección del centro para ver el estado de las aulas y realizar un inventario con todos los materiales y recursos”, ya que “la dirección del centro le negó el acceso al mismo hasta el día 1 de julio, el mismo día que comenzaba la Escuela de Verano”.

Una vez se pudo acceder al centro y comenzó la actividad, “las aulas disponibles para el desarrollo de la Escuela de Verano no cumplían con las aulas que se habían solicitado desde el Ayuntamiento”. Denuncia Torres que “ninguna de las aulas cedidas disponía de sistema de refrigeración, no se cedió ningún aula de necesidades especiales, no se dio acceso a ningún aula de Infantil y no se dejó ningún utensilio ni material de menaje del servicio de comedor” y además “desde el centro se prohibió el uso de proyectores, pizarras electrónicas, fotocopiadora, material como folios, lápices, libros de biblioteca o borradores, que se encuentran en el centro y que son de uso público, y no se le dejó disponer a la Escuela de Verano de botiquín de primeros auxilios”.

Todo ello está respaldado, además, por la propia empresa adjudicataria del servicio, que en otro escrito remitido al Ayuntamiento de Huércal de Almería denunciaba que “la cooperación y buena disponibilidad por parte de la directora del centro educativo Clara Campoamor ha sido nula” y que “todo han sido trabas e impedimentos para desarrollar una Escuela de Verano con normalidad”. Añadía la empresa en su escrito que desde la dirección del centro ha habido “ánimo de torpedear y hacer las cosas difíciles”, denunciando que “los menores han pasado un mes de julio insoportable de calor porque no nos han dejado las aulas que sí existen con aire acondicionado”. Recalcan “la negativa a cualquier cooperación y ayuda por parte de la directora, que actúa como si el colegio fuera de su propiedad y le molestara tener que cederlo al Ayuntamiento de Huércal de Almería para realizar estas escuelas de conciliación”.

Igualmente, en el transcurso de la Escuela de Verano el Ayuntamiento se vio obligado a abrir las aulas de infantil y necesidades especiales, que sí están refrigeradas, y cuyo uso estaba prohibido desde el primer momento por parte del centro, y que además tenían los mandos de los aparatos guardados en cajoneras cerradas con llave.

Para solventar todos estos incumplimientos por parte de la dirección del CEIP Clara Campoamor, el Ayuntamiento de Huércal de Almería, velando en todo momento por el bienestar del alumnado de la Escuela de Verano, se vio obligado a instalar sistemas de refrigeración portátiles para las aulas de matinal y comedor, adquirir de manera urgente todo el material de cocina y menaje para que los alumnos pudieran comer en el comedor, y proporcionar un botiquín de primeros auxilios completo. “La decisión que ha tomado la dirección del CEIP Clara Campoamor de no cumplir con sus obligaciones y perjudicar a los niños y niñas de nuestro municipio le ha costado al Ayuntamiento de Huércal de Almería más de 3.000 euros”, apunta Ismael Torres.

Por ello, el alcalde ha solicitado a la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo que “arbitre una solución a todos estos inconvenientes potencialmente desagradables para nuestras familias y en especial el alumnado y al de necesidades especiales”, solicitando también que desde el centro “se reparen los daños causados y una devolución del gasto que nos han obligado a realizar por parte de la dirección del centro”