Berja

“En Estados Unidos se le da mucha importancia a que los niños sepan pensar”

Un profesor virgitano imparte clases en el South Windsor High School, en Connecticut

Francisco (a la derecha), con sus alumnos durante un viaje a Marbella.
Francisco (a la derecha), con sus alumnos durante un viaje a Marbella. La Voz
Alberto Godoy
20:09 • 27 jul. 2024

Francisco Ruiz Vázquez estudiaba filología hispánica en Granada cuando se enamoró de una estadounidense. Al acabar la carrera decidió probar suerte al otro lado del charco y lleva desde el 92 dando clases de instituto. Ahora, sus hijos, americanos “pero españoles por dentro”, tienen acento almeriense.



¿Qué es lo que más te llama la atención cuando llegas? 



Que muchas escuelas empiezan a las siete y media de la mañana y tu día no acaba a las dos; puede acabar a las siete y media de la noche, porque después de clase hay muchas actividades. Hay deportes muy bien organizados, con ligas, conferencias. Allí se le da mucha importancia. Sin ir más lejos, yo he estado entrenando equipos de fútbol femenino más de veinticinco años.



¿Qué diferencias ves entre la educación estadounidense y la de aquí?



Se le da mucha importancia a lo práctico. Que sepas funcionar a la hora de trabajar. Se le da mucha importancia a que los niños sepan pensar. Más que eso de estudiar de memoria que se da aquí. Lo que me sorprendió mucho es que los niños a los catorce o quince años ya tenían una opinión muy hecha de lo que era ser conservador o ser progresista. El derecho a llevar armas o el derecho al aborto. También se le da mucha importancia a hablar en público, dar discursos. Hay clases específicas para eso en el instituto. 



¿Cómo percibes la fuga de talento?



Es cosa del dinero. Allí, las empresas privadas tienen mucho músculo y ponen muchos recursos. Y a ellos les da igual si el estudiante es de España o es de India. El que vale, vale. De hecho, muchos españoles que son pudientes se van a la universidad americana y se quedan allí porque les ofrecen un puesto de trabajo. Creo que hay cerca de un millón de españoles en Estados Unidos, la mayoría de ellos, como yo, con estudios de universidad o más. Y Estados Unidos se está llevando lo mejor de nosotros a la hora de trabajar. 



Hablando de los españoles en Estados Unidos, ¿qué percepción crees que tienen los estadounidenses de nuestro país?

Poco a poco se van haciendo la idea de que España no es México. Pero sí, el americano medio en general lo hace todo una bola. Estereotipos de que a los españoles nos gustan la comida picante y los tacos mexicanos. Los que tienen un poco más de educación ya van conociendo un poco más, pero tenemos que trabajar mucho. Estados Unidos es casi una isla. 


¿Y cómo definirías tú a los estadounidenses? 

En general, libres. No les gusta que les pongan reglas. Muy meticulosos con la propiedad privada, eso es tuyo y que nadie te lo toque. No tienen mucha confianza en el gobierno, en general. Y son bastante orgullosos de sí mismos.


Te tengo que preguntar cómo estáis viviendo las elecciones. 

No me extraña lo que ha pasado, que Biden deje el puesto a Kamala, porque lleva mucho desgaste. Los dudosos están comprando mucho el mensaje de que Biden es viejo. Pero Biden no es el único que toma decisiones. Tiene un equipo de cientos de personas que lo ayudan y él está en sus cabales, pero el desgaste ha sido enorme y las encuestas también. Los americanos están muy divididos. Ahora mismo no hay punto de encuentro. Así que la cosa parece estar en cincuenta cincuenta. 


Comentabas que has sido entrenador de fútbol en Estados Unidos durante veinticinco años. ¿Cómo has visto el crecimiento que ha tenido en el país?

En Estados Unidos son muy amigos de construir la casa por los cimientos. Hace unos veinte años se pusieron como objetivo ser campeones del mundo de fútbol, y a la hora de poner pasta no hay problema. Las mejores instalaciones, desarrollo de equipos, infraestructuras… Pero el fútbol se ha convertido allí en un deporte para gente rica. Porque los niños no juegan en la calle al fútbol. Ese saber de la calle que se adquiere cuando juegas aquí en las pistas con cuatro piedras, de estar todo el día jugando, no se consigue pagando. La cultura del fútbol allí es diferente.


¿Qué echas de menos de Almería? 

El contacto. Aquí en Almería hay muchas oportunidades de salir fuera, de hacer vida social. El poder decir:  “¿Nos vemos esta tarde?”. Eso en América es impensable. Hay que coger la agenda, porque la gente tiene la vida muy estructurada.  El “mañana nos vemos”, es prácticamente imposible. Muchos de mis amigos dicen: “Mañana no puede ser, ¿qué tal la semana que viene?”. La comida también. Aunque poco a poco ya se pueden comprar muchas cosas de España allí. Amazon es universal. 


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