Unos vecinos de Mojácar han revolucionado las redes sociales durante todo el fin de semana al denunciar la mala praxis de un apicultor en su zona. Hace unos días, en casa de Toñi comenzaron a ver unos pequeños puntos negros flotando en su piscina, puntos que a las horas ya se habían convertido en una capa homogénea. Eran abejas, cientas y cientas, que se ahogaban por momentos en sus aguas.
Preocupados por la situación, buscaron el origen del problema y se toparon con un apiario de unas cincuenta colmenas a escasos 300 metros de su vivienda. Las abejas, denuncian, estaban a ras de suelo, sin el apropiado encalado (que las protege del calor) y sin agua, por lo que, buscando la fuente hídrica más cercana, acababan arribando a su piscina. También, aseguran, se debe a que las abejas y otros insectos se sienten atraídas por el cloro, por el color de la piscina e incluso por el ruido del agua.
“Hemos estado todo el fin de semana sacando abejas con la red, intentando que sobrevivieran, pero muchas han muerto de forma inevitable. No podemos estar atentos las veinticuatro horas”, comenta Toñi. Al verse superados por la situación decidieron poner corchos de poliestireno para que tuvieran dónde posarse y avisaron a las autoridades, que les dijeron que no podrían actuar hasta el lunes.
@lashadasnosonblancas S.O.S 🐝 Intentamos localizar al seprona y al propietario de las colmenas. Es una verdadera lástima 😔😔 #abejas #apicultura #apicultores #mojácar #almería #sosabejas #apiculture #abejas #apicultura🐝 #apicultores🐝 ♬ sonido original - @lashadasnosonblancas
Sin embargo, han sido las redes sociales las encargadas de resolver el problema. Toñi decidió denunciar el problema en sus cuentas de TikTok e Instagram (@lashadasnosonblancas) y los usuarios hicieron el resto. Las más de 1.5 millones de visitas acumuladas provocaron que apicultores de distintas zonas comenzaran a interactuar entre ellos hasta que dieron con el dueño.
Durante una noche, las colmenas desaparecieron sin previo aviso: “Nosotros no queríamos que se las llevara, no nos molestan, pero queríamos que hiciera las cosas bien”. “Llevamos instalados unos veinte años y siempre ha habido colmenas por aquí, pero nunca hemos tenido ningún problema, porque los apicultores hacían bien su trabajo. Hay algunos que lo hacen bien y también están los que lo hacen por cobrar subvenciones”, añade Toñi.
Importancia de las abejas
“Si se hace eso con las abejas en el mes de julio es para que te den una llamada de atención”, comenta Toñi, para incidir en la importancia de que situaciones así no se vuelvan a repetir: “Queremos hacer una llamada de atención para que las cosas se hagan de otra manera. Hay que proteger las abejas, sin abejas no somos nada y a veces no nos damos cuenta”.
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