Adra

Así fueron los cuatro días “más cañeros” de la Juerga almeriense del verano

Finaliza una nueva edición del festival en la que logró su mayor reto: superarse a sí mismo

Guillermo Mirón
10:20 • 05 ago. 2024

Pese a que lleva más de una década acogiendo a decenas de miles de personas año tras año, la última edición del festival The Juergas Rock se enfrentaba a no pocos retos, algunos novedosos para esta cita más que consolidada en el panorama musical de la provincia.

El principal, quizás, era el de medirse ante su propio éxito. La pasada edición de 2023 dejó el listón más alto que nunca para este festival que trae cada verano hasta tierras almerienses a varios de los mejores grupos de rock, punk o rap, entre otros géneros. Motivado sobre todo por la presencia de grupos como Ska-P el festival superó todos sus récords y maduró como tal. Lo sucedido estos días ha demostrado que no fue algo circunstancial, ni fruto de la casualidad o de un sólo y reconocido grupo.

Lo que ha ocurrido en la playa de Adra entre el 31 y el 3 de agosto ha disipado todas las posibles dudas o incertidumbres que pudieran rodear a esta edición tras lo logrado en la anterior. De hecho, esos miedos (si es que los había) desaparecieron pocos minutos después de abrir las puertas por primera vez. La primera y festiva jornada de conciertos con grupos como La Pegatina, que logró congregar a un gran número de personas frente al escenario ya mostró que The Juergas Rock Festival 2024 iba muy en serio.

Un pistoletazo de salida lleno de público y color, con la festividad que acompaña a La Pegatina, de fuerza con Manifa y también de baile y cumbia de la mano de Eskorzo. Toda una fiesta de bienvenida que sirvió como aperitivo para lo que estaba por llegar.

El jueves desfilaron por un escenario que tiene el privilegio de mirar al mar del que se encuentra a escasos metros de distancia nombres como, entre otros, el de Muchachito Bombo Infierno, Talco o Boikot. Referentes de distintos géneros como la rumba, el ska y el rock que son una muestra de la variedad de propuestas que trae desde hace ya once ediciones este evento promovido por Berrintxe Producciones con la colaboración del Ayuntamiento de Adra.

“Hemos convertido Adra en el paraíso del punk y el rock. Habéis hecho de The Juergas Rock 2024 la edición más cañera de toda nuestra historia”, resumía en redes el propio festival horas después de cerrar sus puertas. Ayudan también políticas como el acceso a agua potable al público general y que se mantengan lo que aún se pueden considerar precios económicos en las consumiciones, sobre todo comparados con otros eventos de gran magnitud. Entre los ejemplos, no era necesario pagar la 'reentrada (la posibilidad de salir y entrar al recinto más de una vez al día)', algo que se ha convertido tristemente en tónica habitual en festivales.

Pero volviendo a esa definición de esta edición como la más “cañera”, a ello contribuyó sin duda lo ocurrido el viernes. Non Servium pisaban por primera vez el escenario abderitano y, desde luego, no se le olvidará a los presentes. A quienes ya les conocían no les decepcionó la fuerza y el sonido sólido y potente que desprenden. A quienes no les conocían, les cautivaron tras dos compases.

Así dejaron el pabellón, bien en alto para que cogieran el relevo los no menos enérgicos (aunque más desenfados) Lendakaris Muertos, parte de los más esperados junto con otro clásico del festival como Los De Marras.

“Hemos sido miles de personas que juntas hemos creado durante estos cuatro días una experiencia que contaremos a todo el mundo y que cuando la recordemos, no podamos evitar que se nos escape una sonrisa”. Y es que The Juergas Rock Festival se ha convertido en una experiencia, más allá de los clichés para los que se suele utilizar esta expresión. La combinación de la playa a escasos metros del camping y del escenario, el ambiente en su paseo marítimo junto al recinto y la convivencia entre ‘juerguistas’ y abderitanos ha creado una experiencia única.

Entre esas cosas creadas y que a buen seguro contarán sus asistentes, se encuentran cómo grupos como Sons of Aguirre lograron congregar a miles de personas a las seis de la tarde pese al calor asfixiante, aliviado eso sí por un personal que, manguera en mano, recorrió más kilómetros para alegría de los presentes que algunos de los cantantes más enérgicos.

Iseo & Dodosound tomó el relevo y dio paso a la traca final. Sobran presentaciones para un rapero que tras 30 años de carrera ha hecho historia en el género y la música española, como es Zatu y su formación SFDK, que prendió una mecha que posteriormente Soziedad Alcohólika no dejó que se apagara con su trash metal y punk, dejando el festival en su cenit.

Los puños en alto y los pogos fueron de nuevo sustituidos por las trompetas y los bailes incesantes que regresaron con Dubioza Kolektiv, para vivir un fin de fiesta con acento andaluz y sonidos electrónicos con Narco y Dub Elements.

The Juergas Rock Festival ponía así fin a una nueva edición en la que, entre otros factores, le tocó enfrentarse a sí mismo. Y, visto lo visto sobre el escenario y frente al mismo, superó el examen con sobresaliente.









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