Javier Pajarón
20:34 • 30 may. 2012
Antonio Cejudo, agente de la Policía Nacional destinado a la embajada española en Yemen, apareció muerto hace diez días a las afueras de la capital Sanaa. Desde su residencia en el municipio almeriense en Serón, Javier Cejudo, su hermano, realizó un llamamiento desesperado para encontrarlo durante los días que permaneció desaparecido y se mostró visiblemente afectado por un fallecimiento tan inesperado, tan lejos.
Todavía con la herida abierta, Javier Cejudo participará hoy en una concentración a las puertas de la Comisaría Provincial de Almería para denunciar las condiciones en las que fue repatriado el cuerpo de su hermano Antonio. Apoyado por el Sindicato Unificado de la Policía Nacional (SUP), del que era afiliado el agente, Javier Cejudo se manifestará para mostrar su malestar con el trato recibido.
“La repatriación de su cadáver no fue una tortura sólo por la espera sino también por la forma de gestionarla (...) Manifestar el tremendo malestar por el ataúd usado para el cadáver de Antonio; su madre gritaba, llena de rabia y dolor, han traído a mi Antonio en una caja como a un perro, el ataúd parecía una caja para transportar mercancías”, explicó la familia en un comunicado.
Cejudo era de Alicante, aunque había estado destinado a la Jefatura Superior de Granada antes de incorporarse a la embajada española en Yemen. Trabajó fundamentalmente en la Unidad de Intervención Policial (UIP), una especie de equipo antidisturbios con los que pudo participar en algunas misiones en la provincia de Almería (Granada suele reforzar a la Comisaría de Almería puntualmente).
Por su parte, su hermano Javier Cejudo trabaja actualmente en una empresa de Serón y, por este motivo, se concentrará a las puertas del centro neurálgico de la Policía en Almería. Desde la noticia del fallecimiento los mensajes de apoyo, institucionales y privados se han multiplicado. No obstante, el descontento de la familia ha ido creciendo con el paso de los días. Ahora exigen disculpas públicas del ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo.
Todavía con la herida abierta, Javier Cejudo participará hoy en una concentración a las puertas de la Comisaría Provincial de Almería para denunciar las condiciones en las que fue repatriado el cuerpo de su hermano Antonio. Apoyado por el Sindicato Unificado de la Policía Nacional (SUP), del que era afiliado el agente, Javier Cejudo se manifestará para mostrar su malestar con el trato recibido.
“La repatriación de su cadáver no fue una tortura sólo por la espera sino también por la forma de gestionarla (...) Manifestar el tremendo malestar por el ataúd usado para el cadáver de Antonio; su madre gritaba, llena de rabia y dolor, han traído a mi Antonio en una caja como a un perro, el ataúd parecía una caja para transportar mercancías”, explicó la familia en un comunicado.
Cejudo era de Alicante, aunque había estado destinado a la Jefatura Superior de Granada antes de incorporarse a la embajada española en Yemen. Trabajó fundamentalmente en la Unidad de Intervención Policial (UIP), una especie de equipo antidisturbios con los que pudo participar en algunas misiones en la provincia de Almería (Granada suele reforzar a la Comisaría de Almería puntualmente).
Por su parte, su hermano Javier Cejudo trabaja actualmente en una empresa de Serón y, por este motivo, se concentrará a las puertas del centro neurálgico de la Policía en Almería. Desde la noticia del fallecimiento los mensajes de apoyo, institucionales y privados se han multiplicado. No obstante, el descontento de la familia ha ido creciendo con el paso de los días. Ahora exigen disculpas públicas del ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo.
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