El secreto del mejor pescado que el Paseo Marítimo ha dejado ‘al descubierto‘

No es que fuera un secreto hasta ahora. Más bien al contrario. Uno de los chiringuitos más reconocidos en las últimas décadas por la calidad de su materia prima y el cuidado con el que trata al pescado fresco que muestra en su pizarra ha estado siempre en boca de muchos.

Sin embargo, pese a su privilegiada situación prácticamente sobre el mar y en plena arena de la playa de Garrucha, no ha sido hasta hace unos días cuando esa magnífica ubicación ha quedado ‘al descubierto’ para muchos gracias a la finalización de unas obras que durante algunos meses convirtieron al Chiringuito El Espigón en una especie de búnker, dificultando su acceso e incluso su visibilidad.

Ahora, se ha dado la vuelta a la tortilla con la culminación de las obras de la nueva fase del Paseo Marítimo de Garrucha y que prácticamente conecta esta localidad con el término municipal vecino de Mojácar. Ahí, en una zona bisagra entre ambos municipios pero que ahora puede presumir de un vanguardista paseo junto al mar, sigue como testigo El Espigón, que ha ‘sobrevivido’ a unas obras ya culminadas, por lo que no ha dejado de servir pescado fresco durante las últimas semanas.

Carmen Aguilar, gerente del establecimiento, explica el éxito de su propuesta en “la calidad del producto” ya que en realidad “tenemos una carta muy sencilla” que se muestra en una pizarra que se cambia cada día según el producto. “Eso a la gente le gusta porque le da la confianza de que lo que damos es calidad y es fresco”.

Más allá de lo que ocurre en su cocina, otra de las claves de El Espigón es que sigue siendo un establecimiento familiar y que ya alcanza su cuarta generación. Cándela Lobo es hija de Carmen y también ha heredado la atención profesional y cercana de sus antecesores. Es ella la que se encarga de explicar otra de las características que no comparten muchos otros chiringuitos en todo el Levante Almeriense, como es la imposibilidad de “reservar”. Algo que, cuenta como anécdota, tiene que explicárselo a esos “nuevos clientes” que llegan tras la apertura del nuevo tramo, al haber ganado visibilidad para el público.

En cuanto a la comida, poco que no sepa ya buena parte de la comarca. El pescado de calidad y el buen trato del mismo en la cocina son sus señas de identidad, aunque preguntadas por los platos estrella, tanto Carmen como Candela coinciden en recomendar “el atún, que es un producto que se demanda mucho”, además de otros tradicionales de esta época estival como las sardinas, entre otros muchos.

Se abre por lo tanto una nueva década para este chiringuito histórico que, pese a su nueva ‘situación (sin haberse movido un centímetro)’ mantiene lo que han sido sus señas de identidad. El protagonismo de la pizarra, el pescado fresco y el espíritu familiar. Es, al fin y al cabo, lo que ha hecho de El Espigón lo que hoy es.