Albanchez

Las fiestas de pueblo que “siempre acaban en El Lago”

San Roque se despide con música y fuego en la localidad del Almanzora

Imágenes del final de las Fiestas en el pueblo almeriense.
Imágenes del final de las Fiestas en el pueblo almeriense. La Voz
Marina Ginés
20:03 • 19 ago. 2024

Las Fiestas de este pueblo de Almería “siempre acaban en el Lago”. Una afirmación que no se debe ni mucho menos a que todos los vecinos acaben zambullidos en el agua. Lejos de ningún tipo de relación con un lago, río, poza o balsa, ‘El Lago’ es la canción de Triana escogida desde hace décadas en la localidad de Albanchez como broche de oro para sus fiestas patronales en honor a San Roque.

La localidad situada en el Valle del Almanzora y a 80 km de la capital provincia y que cuenta con menos de 700 habitantes censados revive cada agosto uno de los momentos más mágicos que se precien en unas fiestas de pueblo y es que ese momento de cierre de las Fiestas de San Roque es algo digno de ver.

Un hecho que se ha convertido en toda una tradición en la localidad y que deja una estampa hipnótica cada verano. Durante seis minutos, el tema resuena en el aire, creando un ambiente casi etéreo donde los vecinos, formando un círculo, se unen en un solo coro, y al ritmo de la música, bailan en un momento digno de ser inmortalizado.

“Ayer tarde al lago fui, con la intención de conocer algo nuevo nos reunimos allí y todo comenzó a surgir, como un sueño”, así lo dice la letra de la canción y así sucede cada año en Albanchez. Casi como en un sueño en los minutos de duración de la canción, los jóvenes entrelazan sus brazos y se acercan en grupo con los de enfrente en lo que parece todo un ritual de hermanamiento, sentimiento y tradición para los vecinos. La letra de la canción, que habla de la búsqueda de nuevos horizontes y de un sueño compartido, se convierte en una metáfora perfecta para la experiencia vivida.

Al finalizar la canción, la plaza se llena de colorido cuando los vecinos, en una explosión de entusiasmo, se abalanzaban sobre la decoración ubicada en el techo para arrancar todo el confeti y quemarlo. Así se encienten pequeñas hogueras en la misma plaza donde acaban con todo vestigio de las Fiestas. “¡Viva San Roque!” se podía oír en algún que otro rincón y así se sellaba otro año de fiesta y tradición con esta peculiar ceremonia.



Este ritual, que se repite año tras año, no solo marca el fin de las festividades, sino que también reafirma el compromiso de Albanchez con su cultura, manteniendo vivas las tradiciones que han unido a generaciones. Con la promesa de un nuevo reencuentro en las próximas fiestas, los vecinos se despiden, llevando consigo el eco de risas y la magia de ‘El Lago¡.









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