Este pueblo de Almería tiene que cortar el agua para ‘sobrevivir’ a la sequia

La sequía sigue golpeando a la provincia de Almería, y con especial virulencia a los pequeños municipios de interior. Algunos de ellos, como Fiñana, se han visto obligados a tomar medidas de control y sanción para evitar en uso abusivo de agua por parte de sus habitantes. La lluvia no llega, generando en la comarca del Río Nacimiento una situación de crisis hídrica de significativa preocupación y, a pesar de que los radares de Abla, Gérgal o la vecina Huéneja vaticinen precipitaciones a partir del próximo martes, los fiñaneros continúan observando como la Pantaneta que suministra de agua al pueblo se muere.

El pasado 10 de agosto, el alcalde de Fiñana, Rafael Montes, ya advertía sobre la situación crítica del embalse. El edil señaló que, si no hay precipitaciones en las próximas semanas, el municipio se verá obligado a usar los sondeos en El Pozo, cuyo caudal también se encuentra menguando. Esto solo permitiría el suministro de agua entre 12 y 14 horas al día. Pero antes de recurrir al uso de El Pozo, en Fiñana continúan reinventándose para solventar este trance. Es por ello que, el Ayuntamiento fiñanero informaba a los vecinos, a través de un bando emitido el pasado jueves, sobre el inicio de los cortes en el suministro de agua entre las 23:00 horas y las 08:00horas. Cortes que entraron en vigor el mismo día del anuncio.

Han pasado varios días desde el primer corte y 2.000 fiñaneros capean un temporal que no llega de la mejor manera posible. Desde la Casa Consistorial se ha pedido a los ciudadanos colaboración y hacer un uso responsable de un recurso escaso y precioso para esta comunidad.

Medidas que no llegan en una situación desesperada

En abril, los alcaldes de la comarca del Río Nacimiento ya habían advertido que, de no tomarse medidas, los cortes en el suministro de agua serían inevitables. Ante esta situación, exigieron a la Junta de Andalucía una “intervención decidida" para desarrollar las infraestructuras necesarias, incluyendo la conexión entre sistemas, el almacenamiento adecuado, la renovación de las redes y una gestión más eficiente del agua en la región.

Entre las acciones que propusieron se encontraban la ampliación de la presa de El Castañar, en Fiñana, la modernización del proyecto y la construcción de la Pantaneta en Abla y Abrucena, así como la instalación de una planta potabilizadora que permitiera tratar el agua y distribuirla por las conducciones principales, garantizando así el suministro a municipios como Gérgal, Las Tres Villas y Nacimiento.