Dulces caseros y gratis al paso de San Miguel: la particular fiesta de Almería

Las fiestas y ferias de la provincia han evolucionado en los últimos años hasta encontrarse en formatos similares (cada una con sus idiosincrasias, eso sí) preparados para ofrecer a vecinos y visitantes aquello que más demandan, como por ejemplo ha sido el crecimiento de las ferias del mediodía en los últimos lustros.

Sin embargo, hay núcleos urbanos -sobre todo pequeños pueblos, cortijadas o pedanías- donde han sabido mantener sus tradicionales e incluso incorporar nuevas y atractivas propuestas relacionadas con su historia. Es lo que sucede desde hace unos años en La Rambla de Enmedio, en Albox. Los mejores dulces caseros, una procesión que va más allá de las habituales, la verbena e incluso una cena de convivencia entre vecinos gracias a los productos cazados por algunos de ellos y elaborados por José y Cati se han convertido en un punto de encuentro anual para decenas de vecinos de esta barriada albojense pero también para numerosos visitantes.

Estas fiestas no olvidan su origen a raíz de a devoción por San Miguel pero incluso las celebraciones litúrgicos cobran un interés único, ya que la misa se realiza al aire libre y junto a la bella fuente situada en esta pedanía. Acto seguido, la devoción y la fiesta se da la mano con una procesión única en buena parte de la provincia, ya que San Miguel es procesionado frente a las viviendas, que agasajan al santo (o más bien, a quienes les acompañan) con todo tipo de dulces típicos de la zona como almendrados, roscas de viento o roscos fritos, además de bebidas tradicionales como el anís o el caldo de la tierra.

Así, cada sábado las paradas de San Miguel y de la procesión que le acompaña tiene lugar en las puertas de los cortijos y viviendas que montan su particular ‘altar’ lleno de manjares que, en no pocas ocasiones, se elaboran a raíz de recetas centenarias y que degustan de forma totalmente gratuita -y además festiva- quienes acuden a unas fiestas que, por méritos propios, van ganando año tras año popularidad. No por replicar esos eventos masivos o ferias de lugares cercanos sino por remontarse a su pasado gastronómico y religioso para ofrecer unas auténticas fiestas donde el sabor de lo tradicional es sin duda, junto con San Miguel, su gran protagonista.