El Taller Escuela Sindical de Adra que fue la primera obra que en el orden de la formación profesional se inició en Almería y su provincia, contaría más adelante con un edificio apropiado para el mejor logro, de su misión formativa. Aquel día del 2 de febrero de 1945, los ciudadanos de Adra dieron una calurosa bienvenida a las autoridades.
El gobernador civil y Jefe provincial, Manuel García del Olmo, iba acompañado de subjefes, delegados y otras jerarquías, donde se trasladarían en la tarde aquel sábado para inaugurar la nueva Escuela de Formación Profesional, instalada en Adra por la CNS (Central Nacional Sindicalista).
El pueblo aparecía engalanado con banderas y gallardetes con los colores nacional y del movimiento. Frente al edificio de la Escuela esperaban el gobernador civil, el alcalde y Jefe local de Adra, el jefe de la Comandancia de Marina, teniente Jefe de línea de la Guardia Civil de Costa y numerosas autoridades.
El público se congregó en los alrededores de la escuela que estaba instalada antiguamente, frente a lo que sería en un corto futuro el Hotel Abdera, y su instalación estaba valorada en 300.000 pesetas donde ejercerían unos trescientos alumnos. El edificio no era propiedad del sindicato y años después, sus instalaciones serían remplazadas con la construcción de un nuevo edificio.
Próximo a las seis de la tarde llegó a Adra el gobernador civil acompañado de las jerarquías antes mencionadas, siendo cumplimentado por las autoridades locales y acogido con grandes aplausos por la gran concurrencia allí congregada, Seguidamente, García del Olmo acompañado del alcalde y demás autoridades pasaron al interior del edificio tras sortear las vías del tren que pasaban casi por la misma acera.
Seguidamente, el cura párгоco, Manuel Rodríguez Ruiz, procedió a la solemne bendición de la Escuela y acto seguido, García del Olmo inauguraba este nuevo centro de enseñanza profesional y acompañado por el director de la Escuela don José Oliva Rivas y demás autoridades, recorriendo detenidamente las distintas aulas y talleres en los que recibirían instrucciones los alumnos de uno y otro sexo. Este nuevo centro, único hasta entonces en su clase en toda la provincia, estaba dotado de talleres de mecánica, carpintería, cerrajería, alfarería, modelado, construcción, labores y corte, y en sus aulas, los alumnos recibirían enseñanza de Dibujo, Ciencias, Letras y cuanto estuviera relacionado con la profesión en que han de ser educados.
El gobernador civil visitaba con todo detenimiento las dependencias y quedó complacido. A continuación García del Olmo pronunció unas elocuentes palabras sobre el significado del avance social que suponía para dicho pueblo el nuevo centro de enseñanza que acababa de inaugurar. De estas escuelas -dijo- saldrán debidamente formados los hombres para enfrentarse con la vida, con conocimientos adecuados a la especialidad que se han de dedicar. Por eso, se le concedía gran importancia a la formación del productor, ya que es base para el progreso de las industrias.
Expresó después su satisfacción ante el esfuerzo de los que habían contribuido para la dotación de este centro primerizo de enseñanza al pueblo de Adra, cuyo ejemplo sería secundado en otros lugares de la provincia, a pesar de que Europa vivía por entonces en unos años de convulsión trágica debido a la II Guerra Mundial.
En resumen, la de Adra, que fue la primera, se fundó en el 1945; la de Berja, en 1946 y la de Almería capital, en 1951. Su denominación eran Taller Escuela de Adra y de Berja, e institución Sindical de Formación Profesional "Francisco Franco", la de Almería. Todas eran con carácter de oficios; del metal, electricidad, madera y artes decorativas.
De aquel Taller Escuela de Adra y parte de componentes de otros equipos de aficionados, saldría un nutrido grupo de jugadores que irían a engrosar las filas del Club Deportivo Centuria Trafalgar de Adra.
Por último, teniendo en cuenta que el Taller Escuela de Adra estaba instalado en una edificación de propiedad ajena a la Organización Sindical, deficientemente adaptado con matricula restringida por su insuficiencia y la circunstancia de que existía el ofrecimiento de cesión de terrenos solares situados en lo más céntrico del pueblo y el que se venía comprobando que por dicho Centro se realizaba una efectiva labor, se proponía la construcción de una nueva edificación, lo que en un futuro sería archiconocida como Escuela de Artes, proyectada conforme a las necesidades a cubrir en dicha zona, que, de paso, estuviera dotada de la especialidad referente a Taller de electricidad completando así el actual ciclo de mecánica, carpintería y alfarería.
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