La noche del 28 de octubre de 2024 ya es una fecha que quedará grabada de por vida en la memoria de los ejidenses. Como cuando tocaron los Rolling Stones, el 5-0 al Villarreal en Santo Domingo, los Disturbios del 2000, o “aquella vez que nevó”.
Todo el mundo será capaz de detallar dónde se encontraba en el momento en el que comenzó a oír golpes en su balcón, en sus ventanas, y la sensación que le invadió cuando descubrió el temporal que arrasaba el municipio, una sensación que comenzaría a multiplicarse al desbloquear el móvil y ver la cantidad de vídeos e imágenes que colapsaban los chats grupales y las redes sociales. Vientos azotando árboles. Pelotas de golf hechas de hielo destrozando vehículos y cristales, impactando cual metralla contra el agua que inundaba las calles. Y todo aquello con los relámpagos acaparando el cielo como telón de fondo.
Tras la tormenta
Si la noche del lunes fue para la perplejidad, la mañana del martes fue para el lamento. El Ejido amaneció llevándose las manos a la cabeza. Palmeras en el suelo. Señales de tráfico arrancadas. Aves muertas. Claraboyas, escaparates, cubiertas y placas solares destrozadas. Cientos de vehículos dañados y con la luna agujereada, en los casos en los que aún tuvieran luna.
“El rosario de daños es prácticamente interminable”, lamentaba ayer Francisco Góngora, alcalde del municipio. Los datos, en estos momentos, son incuantificables. Fue el turno de buscar soluciones para los cientos de vecinos afectados, que transitaron sobre los vestigios de la tormenta para encontrar a quienes se las ofrecieran. Las colas en las empresas de reparación de lunas y en las aseguradoras eran kilométricas desde primera hora de la mañana.
“A mí me pilló trabajando, pero cuando salí aún no se me había roto el cristal del todo y pude guardar el coche. Me he pasado más de dos horas esperando para que me lo arreglaran, pero me han dicho que pueden tardar uno o dos meses en cambiármelo, y del retrovisor no se hacen cargo”, contaba un afectado.
El campo
Por desgracia, el campo ejidense no fue ajeno a la DANA. La Junta estima 4.200 hectáreas de invernaderos afectadas por el temporal. “Ha sido una catástrofe. Todos los invernaderos están agujereados, el invernadero de mi primo se ha caído al suelo. Se ha roto la tubería de la balsa y por el camino no se puede transitar, con un socavón de más de un metro. No he visto esto en mi vida, ni siquiera aquella vez que nevó”, lamentaba el dueño de una explotación agrícola ubicada en Simón de Acién, cerca de Fuente Nueva, una de las más afectadas.
Una fatídica jornada que quedará marcada a fuego en el calendario de los ejidenses, pero si algo puede tenerse por seguro es que este pueblo volverá a levantarse, como tantas veces ha hecho.
Info para afectados
El Ayuntamiento de El Ejido ha abierto un portal en su página web para registrar los daños causados por la DANA. Además, ha facilitado los teléfonos 950 54 10 03 Agricultura, 950 54 10 18 Daños DANA y 950 54 10 00 Daños en vehículos y viviendas, donde los afectados podrán notificar el tipo de daño que han sufrido, adjuntar imágenes y dejar sus datos de contacto.
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