Níjar

Un refugio artístico en Níjar dice adiós: La Jacaranda echa el cierre

Por la residencia nijareña han pasado decenas de artistas de todo el mundo

Entrada de la residencia artística La Jacaranda en Níjar.
Entrada de la residencia artística La Jacaranda en Níjar. La Voz
Marina Ginés
13:28 • 31 oct. 2024

En el número 44 del camino del Huebro en Níjar, los artistas encontraban un refugio donde expandir su arte y llevar a cabo sus proyectos en sinergia con otros artistas. La residencia artística La Jacaranda, ha sido durante cuatro años un lugar por el que han pasado decenas de artistas de todos los lugares del mundo para encontrar inspiración. Pero lamentablemente la función de este rincón artístico ha anunciado su cierre tras años de intensa labor cultural y creativa.

Fundada por las artistas Eva y Nahuel, este espacio se convirtió en un refugio para creadores de diversas disciplinas, permitiendo el desarrollo de proyectos tanto en solitario como en comunidad. “Nuestra idea es ser un espacio de encuentro y creación artística”, afirmaban las fundadoras al inicio de este ambicioso proyecto.

Desde su apertura, La Jacaranda ofreció convocatorias abiertas a artistas sin restricciones de origen ni edad. Con becas de tres semanas, los seleccionados contaban con alojamiento, comida y un espacio de trabajo, culminando su estancia con una muestra abierta del trabajo realizado. Este modelo fomentó la creatividad y el intercambio de ideas, convirtiendo a la residencia en un laboratorio cultural.

En su emotivo comunicado de despedida, La Jacaranda agradeció a todos los que participaron en su viaje. “Tras años de trabajo y más de cuarenta residencias, no hemos dejado de aprender. Lo más importante que nos habéis enseñado es que la ilusión es una enorme fuerza que construye y colectiviza”, expresaron Eva y Nahuel. La residencia no solo proporcionó un espacio físico, sino que también cultivó una red de artistas locales con quienes se generaron sinergias creativas y colaboraciones artísticas.

El impacto de La Jacaranda se extendió más allá de Níjar. Las obras creadas en este espacio han viajado a importantes escenarios, llevando consigo la impronta del paisaje local y la cultura de la región. “Ahora, en otras esquinas del globo, resuena la impronta de este mar y del cerro del Carcajal”, continuaron en su mensaje de despedida, destacando cómo la residencia ha ayudado a dar voz a las tradiciones y talentos locales.

Eva y Nahuel eligieron Níjar por su rica historia y su conexión con la creación y la resiliencia. Desde la ingeniosa recolección de agua hasta la tradicional artesanía de telares y cerámica, Níjar ha sido un lugar propicio para la reflexión y la inspiración. “Este rincón ha sido un refugio para creadores de todas partes del mundo, que encuentran aquí un espacio para su desarrollo artístico”, afirmaron las fundadoras.

El cierre de La Jacaranda deja un vacío en la comunidad artística, pero su legado perdurará. Las experiencias vividas, los proyectos desarrollados y las conexiones formadas son testimonio del impacto que ha tenido esta residencia en la vida cultural de la región. A pesar de finalizar su actividad, Eva y Nahuel concluyeron su comunicado con un mensaje de esperanza y gratitud: “Nos retiramos ahora que confirmamos que se puede. Y que se puede hacer aquí, desde esta esquina desértica donde nos dijeron que no había nada y lo encontramos todo”.

La Jacaranda se despide, pero su influencia continúa resonando entre los artistas y la comunidad de Níjar. A través de su esfuerzo por promover el arte y la colaboración, han dejado un legado que inspirará a futuras generaciones de creadores. Con una mirada al futuro, se espera que nuevas iniciativas surjan en el lugar que una vez fue hogar de tantas ideas y sueños compartidos.










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