Con más de 25 años de compromiso con las familias de la provincia,
el Banco de Alimentos de Almería continúa su labor
de lucha contra el hambre en la provincia, enviando ayuda a más de
un centenar de entidades benéficas que trabajan día a día con los
más necesitados. Sin embargo, a pesar de su éxito en la recolección
y distribución de alimentos, la entidad sigue enfrentando un desafío
constante: la necesidad de más voluntarios para
poder seguir adelante con su noble causa.
El Banco de
Alimentos de Almería no solo depende de las generosas
donaciones de empresas y ciudadanos, sino también de los más
de 1.500 voluntarios que dedican su tiempo para clasificar,
organizar y distribuir los alimentos. Luis Docavo, presidente del
Banco de Alimentos, explica que la colaboración de los
voluntarios es “esencial” para garantizar que los
alimentos recibidos se repartan de manera eficiente y segura. “Hay
que controlar la seguridad alimentaria, no podemos repartir cualquier
cosa, tiene que estar en condiciones de consumo”, afirma Docavo.
Aunque el presidente
del Banco de Alimentos mostró su preocupación y solidaridad por la
tragedia que afecta a la Comunidad Valenciana debido a la DANA,
recordó que la situación en nuestra propia provincia también sigue
siendo crítica. “Nosotros mismos nos hemos volcado con la causa,
pero no debemos olvidar que en Almería siguen
existiendo familias que necesitan nuestra ayuda. El hambre está
cerca, en nuestro propio entorno”, subrayó.
Más de 100
entidades almerienses se benefician de nuestra ayuda
El Banco de
Alimentos no reparte alimentos directamente a personas individuales,
sino que lo hace a través de 147 entidades benéficas
almerienses. Entre ellas se encuentran comedores
sociales, residencias de ancianos, centros de rehabilitación,
Cáritas parroquiales, asociaciones de inmigrantes, e
iglesias de diversas confesiones. Estas entidades, a su vez,
distribuyen los alimentos a las familias necesitadas.
Uno de los programas
más recientes del Banco de Alimentos es el de frutas y
hortalizas frescas, gracias a la colaboración con
Organizaciones Productoras de Fruta y Hortaliza (OPFH).
Mediante esta iniciativa, se distribuyen productos frescos
directamente a las entidades que los necesitan, lo que mejora la
calidad de la ayuda ofrecida.
La labor del Banco
de Alimentos es posible gracias a personas como tú, que deciden
unirse como voluntarios. Cualquier mano cuenta, ya
sea para la clasificación de alimentos, para colaborar en campañas
de sensibilización o para apoyar la distribución en los centros
beneficiarios.
El perfil de los
voluntarios es muy variado: desde jóvenes estudiantes
que inician su experiencia en el voluntariado, hasta profesionales
activos que aportan sus conocimientos, pasando por personas
jubiladas que ofrecen su tiempo y experiencia. El compromiso
y el deseo de mejorar la sociedad es lo único que se necesita para
formar parte de este equipo solidario.
La lucha
contra el hambre, un esfuerzo colectivo
El Banco de
Alimentos de Almería es un claro ejemplo de lo que puede lograrse
cuando la comunidad se une para luchar contra la
pobreza y el hambre. Con la ayuda de empresas locales,
voluntarios comprometidos y entidades benéficas, cada día
se distribuyen miles de toneladas de alimentos a quienes más lo
necesitan en nuestra provincia.
Luis Docavo enfatiza
que, si bien la generosidad de los almerienses es notable, se
necesitan más manos para continuar con la
importante labor de lucha contra el hambre. En Almería, nadie debe
pasar hambre, y cada pequeño gesto, ya sea un poco de tiempo o una
donación, puede hacer una gran diferencia.
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