La Ruta 66 pasa por Almería: el camping que te hará vivir una aventura americana

Circular a través de la carretera nacional N-340a que atraviesa el desierto de Tabernas a veces puede hacer a los transeúntes la noción de donde se encuentran realmente. Sus escarpados y áridos paisajes, junto a la sucesión de los poblados del Lejano Oeste que antaño sirvieron y ahora en ocasiones también funcionan como escenarios para las grabación de películas western hacen creer a quienes pasan por allí que han viajado viajado miles de kilómetros hasta el profundo oeste americano. 

Pero no son solo los poblados como el MiniHollywood o el Fort Bravo los que hacen de la provincia un lugar semejante al de las áreas áridas de Estados Unidos, lo es también en bar de carretera y camping ‘Ruta 66’, que se encuentra en esta vía que une Tabernas con Sorbas, el cual refuerza aún más el gran parecido que guardan estas zonas. 

Bungalows

Desde hace tiempo, el camping que pertenece a ‘Ruta 66’ se ha convertido en un refugio para moteros y también para aquellos que vienen a disfrutar de la zona. A simple vista, se podría considerar que es un camping como todos los demás, pero quien se acerque, podrá notar que se trata de una zona de acampada al más puro estilo americano. Además de la decoración, a la que no le falta detalle, el camping dispone de un minigolf y pronto, se verá ampliado de una forma muy especial. 

Por el momento, se han construido ocho bungalows, con una capacidad para albergar entre 16 o 20 personas (entre todos), con una particularidad que les hace únicos: sus fachadas imitan a la perfección las casas de los poblados del Lejano Oeste. “Es un proyecto que comenzó mi padre hace dos año, pero se ha retirado y ahora me toda a mi seguir con el plan”, cuenta Miguel Ripoll, el propietario del bar y el camping. 

Al principio, el proyecto contemplaba la construcción de 8 bungalows y 8 tipis. No obstante, el plan inicial ha tenido que asumir algunos cambios por los que no se podrá llevar a cabo la idea original. Aún así, no hay nada que lamentar, ya que el propietario ya ha pensado en todo, y ahora la zona que quedará libre ante las construcciones probablemente se convierta en un parque infantil.

Plazos “Me encantaría poder terminarlo para finales del año que viene, y si no se puede, pues ya lo dejaría para el otro” explica Miguel Ripoll. 

Aún queda algún tiempo para que los nuevos bungalows suban sus persianas y acojan a los visitantes entre sus paredes, pero lo que si que está dispuesto es el bar que le da nombre a todo este recinto, ‘Ruta 66’. Tras 10 años de funcionamiento se ha convertido en todo un reclamo turístico, debido a su enorme parecido con las áreas de servicio americanas. 

Coches antiguos, que son verdaderas joyas de los años 50 y 60, vehículos de carreras que rinden homenaje a los Estados Unidos, pegatinas de clubs de motos, luces led, una enorme barra, música en directo e incluso una moto de gran cilindrada en mitad del salón son tan solo algunos artículos que más llaman la atención de este lugar que se encuentra en mitad del desierto. 

Además, como cualquier bar americano que se precie, este local también dispone de una mesa de billar, un futbolín y hasta un juego de pinball que reúnen alrededor de si a los clientes a los que les apetece pasar un buen rato bajo la atenta mirada de una figura de Marilyn Monroe, en su icónica pose con el vestido blanco,  y el busto del rey del Rock and Roll, Elvis Presley. 

Sin duda este es un lugar que acerca la esencia americana en todas sus formas no solo a los almerienses, sino también a todos los turistas que sienten interés por el interior de la provincia, y sobre todo a aquellos que quieren inmiscuirse en la cultura estadounidense embarcándose en un viaje apto para todos los bolsillos. 

Cuando el sueño de la ruta 66 llegó a Almería

Este lugar ubicado en el corazón de la provincia es el resultado de un gran esfuerzo por hacer un sueño realidad. “Mi padre vivía en Aguadulce. Tenía un negocio de antigüedades y era un obseso de la Ruta 66, esa que conecta el este de Estados Unidos con el oeste”, narra el nuevo dueño de ‘Ruta 66’. 

“Todo se hizo realidad cuando un día mi padre pasó por aquí y vio este lugar vacío, entonces supo que algo tenía que hacer ahí, y como no podía ser de otra forma, tuvo que ser algo relacionado con la Ruta 66’”, cuenta con una sonrisa Miguel Ripoll. Es entonces de esta forma, como un sueño se convirtió en un lugar único en la provincia.