Cantoria

Así será uno de los mayores espectáculos de luz y pólvora de la provincia

Hasta el momento, hay más de 36.000 carretillas para lanzar en las festividades de San Antón

Tirada de carretillas en Cantoria en una edición anterior.
Tirada de carretillas en Cantoria en una edición anterior. La Voz
Rocío Sánchez
16:18 • 12 ene. 2025

Con la llegada del mes de enero, la provincia de Almería se prepara para vivir una de las festividades más esperadas del año, un evento que transforma las frías noches de invierno en un espectáculo que parece devolver la luz del día y el calor del verano. Uno de los mayores espectáculos de luz y fuego que hay en la provincia.

Se trata de las tradicionales fiestas de las carretillas de Cantoria, una celebración que combina la pólvora y la tradición en honor a uno de los patronos del pueblo: San Antón. Este evento consigue reunir tanto a vecinos como visitantes de toda la región.

Las festividades se celebran durante tres días: un día previo de exhibición de carretillas y los días 16 y 17 de enero. Este año, las exhibición de carretillas previa a las fiestas se ha celebrado este mismo sábado, prácticamente una semana antes de los días grandes.

La exhibición lo que pretende es mostrar “los distintos calibres que tienen las carretillas tanto para niños como para adultos”. Esta jornada, finaliizó con un castillo de fuegos artificiales y una parrillada gratuita organizada por la Asociación de Carretilleros. Además, la fiesta no terminó aquí, sino que después hubo preparada una caseta con música y barra.








Antiguamente las carretillas se elaboraban en las casas, eran de elaboración propia, ahora deben comprarse a carretilleros autorizados” recordaba la alcaldesa de Cantoria, Puri Sánchez.

Pero, los días fuertes de estas fiestas llegarán la próxima semana, 16 y 17 de enero. El evento comenzará con la Misa del Carretillero el jueves 16, a las 16:30 horas, que da el pistoletazo de salida a la festividad. La misa estará seguida por la procesión que recorre las principales calles del pueblo. “Es una procesión digna de ver” expresaba la alcaldesa. Y los cantorianos lo saben, por ese motivo, muchos vecinos “se guardan un día de asuntos propios, de vacaciones, o de lo que sea para poder asistir a la fiesta de su pueblo”.

Tras la procesión, se dará paso al plato fuerte de las festividades: la tirada de carretillas que se celebra en tres turnos a lo largo de la noche del jueves. Pequeños, adolescentes y adultos. En ese orden.

La Asociación de Carretilleros de Cantoria también juega un papel fundamental en el desarrollo de esta festividad. Son ellos los que se encargan de coordinar las actividades, garantizar la seguridad de los participantes y, por supuesto, preservar la tradición.

Este año, por primera vez, la asociación se van a publicar los horarios de tirada de cohetes que se van a realizar durante el jueves y viernes, “para que los que tengan mascotas estén advertidas y los protejan en la medida de lo posible ya que se asustan muchísimo”.

Puri Sánchez subrayaba el crecimiento de la asociación, que “ya somos más de 600 socios”, lo que refleja el compromiso y la importancia de la tradición. Para participar en la tirada de carretillas, es necesario realizar previamente unos cursos de formación, que otorgan un carnet de carretillero. Este carnet asegura que los participantes conozcan las normas de seguridad y las técnicas adecuadas para el manejo de las carretillas.

La festividad continuará durante el día de San Antón, el viernes 17 de enero, con más carretillas y actividades. Durante todo el día, habrá otras actividades paralelas, como la bendición de los animales o una chocolatada con churros, hasta despedir las fiestas con un castillo de fuegos artificiales por todo lo alto.



En total, más de 36.000 carretillas se lanzarán durante esos dos días. Carretillas que solamente pueden lanzar personas de la asociación que cuenten con su correspondiente curso y su carnet de carretillero.

A pesar de los esfuerzos por mantener vivas las tradiciones, algunas costumbres se han ido perdiendo con el tiempo. “Antiguamente, había un cerdo que alimentaba todo el pueblo, un cerdo que se echaba a la calle y en la puerta que se paraba el vecino tenía que echarle de comer. Es decir, todo el pueblo alimentaba a ese cerdo. Para luego, el día de la fiesta sortear ese marranico de San Antón” recordaba Puri como anécdota. Eso es algo que “ya se ha perdido, porque los tiempos cambian, hay mucho tráfico, y el pobre cerdo estaba sufriendo”.






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