María Medina
07:00 • 25 jun. 2012
Durante el verano el porcentaje de población susceptible de sufrir una deshidratación aumenta hasta el 70%. No beber lo suficiente, practicar actividad física o tomar el sol son algunas de sus principales causas. Así se desprende de un estudio que sobre hábitos de hidratación y Salud se ha presentado en Almería. El objetivo, concienciar a la población “sobre la importancia de mantener unos niveles óptimos de hidratación como parte esencial de la salud”.
Según este estudio, el 94% de los encuestados afirma no haber sufrido nunca una deshidratación. Sin embargo, sí que han padecido alguno de sus síntomas. El 21% afirma haber tenido dolor cabeza en situaciones de calor o al practicar alguna actividad física, el 25% haber notado sudoración excesiva, el 31% cansancio, somnolencia y el 18% aceleración del ritmo cardiaco.
Además, casi la mitad de la población no bebe hasta que siente sed. Los sanitarios recuerdan, en este sentido, que “hay que cambiar el hábito porque cuando aparece la sensación de sed ya se han perdido líquidos y existe una cierta deshidratación”. Para evitar problemas, el Observatorio para la Hidratación ha dado a conocer un decálogo de buena hidratación. Aconsejan los expertos, beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades, aumentar la ingesta de líquido si se realiza actividad física, llevar bebida a mano, no confiar sólo en la sensación de sed, optar por la variedad de bebidas, ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas), y evitar el consumo de bebidas alcohólicas, que tienen efecto diurético y deshidratan.
En épocas de calor intenso, conviene mantenerse en un ambiente fresco y ventilado; vigilar la hidratación de ancianos y niños y, en caso de duda, consultar a un sanitario.
Según este estudio, el 94% de los encuestados afirma no haber sufrido nunca una deshidratación. Sin embargo, sí que han padecido alguno de sus síntomas. El 21% afirma haber tenido dolor cabeza en situaciones de calor o al practicar alguna actividad física, el 25% haber notado sudoración excesiva, el 31% cansancio, somnolencia y el 18% aceleración del ritmo cardiaco.
Además, casi la mitad de la población no bebe hasta que siente sed. Los sanitarios recuerdan, en este sentido, que “hay que cambiar el hábito porque cuando aparece la sensación de sed ya se han perdido líquidos y existe una cierta deshidratación”. Para evitar problemas, el Observatorio para la Hidratación ha dado a conocer un decálogo de buena hidratación. Aconsejan los expertos, beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades, aumentar la ingesta de líquido si se realiza actividad física, llevar bebida a mano, no confiar sólo en la sensación de sed, optar por la variedad de bebidas, ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas), y evitar el consumo de bebidas alcohólicas, que tienen efecto diurético y deshidratan.
En épocas de calor intenso, conviene mantenerse en un ambiente fresco y ventilado; vigilar la hidratación de ancianos y niños y, en caso de duda, consultar a un sanitario.
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