Trabajadores del hospital inician un encierro como protesta a los recortes

Cincuenta delegados sindicales de Comisiones Obreras, UGT, CSIF, Satse, SAE y FAPE, procedentes de los centros sanitarios de Guadix, El Toyo, Loja y El Ejido,  hospitales pertenecientes a la Agencia Empresarial Sanitaria Hospital de Poniente, se encerraban ayer por la mañana en el hall del centro  neurálgico para mostrar su rechazo “a la política de recortes llevada a cabo en este centro que se encuentra en pleno conflicto social”.

Aunque en un primer momento este encierro, que ellos denominan “asamblea continuada”, estaba previsto que tuviera una duración máxima de 24 horas, y ante el apoyo que “estamos recibiendo de compañeros e incluso de usuarios”, indica el presidente del comité intercentros, Antonio Ramos, esta mañana  “durante el desayuno decidiremos si la ‘asamblea’ pasa a ser indefinida”.

Asistencia a los pacientes
Ramos explica que la decisión de encerrarse en el Hospital de Poniente es “para mostrar nuestro rechazo ante los recortazos de la Junta de Andalucía y la dirección de nuestro hospital. Porque estos recortes no solo afectan a los salarios de los trabajadores sino también a los derechos que tantos años nos ha costado conseguir como permisos de maternidad o la conciliación de la vida laboral y familiar”.

Además, el presidente del comité intercentros recuerda que “todo ésto influye en la asistencia a los pacientes con cierre de camas, mayor tiempo de espera para ser atendidos, quirófanos sin utilizar o el caso del hospital de Loja que está a medio abrir”.

Los trabajadores encerrados dicen haber encontrado el “apoyo inmediato de los usuarios del hospital. Es más, no lo teníamos previsto, y han sido ellos los que nos han animado a que recojamos firmas”. Según datos ofrecidos por CC.OO.,al cierre de esta edición, ya se contaban con más de 500 firmas de pacientes y familiares.

Los trabajadores insisten en que gerencia les escuche y “atienda nuestras propuestas como la reducción de la actividad complementaria, realizándose de forma más racional y eficiente, y fomentando la contratación. Un control exhaustivo de entrada y salida de trabajadores y altos directivos, la revisión de convenios o la reducción de cargos directivos así como sus sueldazos”.