Los médicos descartan un trastorno mental al joven acusado de asesinato

Francisco Miguel J. C., de 22 años, ingresó en julio de 2010 en el centro penitenciario de El Acebuche acusado del asesinato de su suegro, padre de su ex novia. Durante dos años ha permanecido encarcelado y atendido en el cárcel por un equipo de especialistas médicos. Estos profesionales declararon ayer en la cuarta sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Almería, que Francisco Miguel J. C. tiene “un bajo control de sus impulsos” y “un trastorno de personalidad”, aunque descartan que se trate de un enfermo. “No es una enfermedad sino una forma de ser”, indicaron. El joven intentó suicidarse en la prisión ingiriendo una elevada cantidad de pastillas (cuyo número no puede asegurarse, aunque él afirma que 50). Los médicos de El Acebuche señalan que llegó “agresivo” y con actitud “hostil”, y que estaba “acostumbrado a salirse con la suya. “Se mostraba ansiedad y decía sentirse agobiado por los años que le iban a caer”, añadieron. No obstante, los especialistas informaron favorablemente sobre su evolución penitenciaria en los meses posteriores. Francisco Miguel J. C. se enfrenta a penas de prisión de hasta 20 años si se estima la petición de la acusación particular. Está acusado de asestar un golpe en el cuello a su suegro, Felipe J. de 52 años, y causarle un corte en la yugular y la rotura de una capa de la carótida. Falleció 48 horas después tras una complicación médica. El joven se entregó inmediatamente a la Policía Nacional, aunque los agentes de la Comisaría Provincial aseguran que preguntaba en los calabozos cuándo iba a salir y mostraba “actitud chulesca”. El muchacho alega que había consumido grandes cantidades de alcohol, hachís y cocaína durante la noche. El suceso se produjo a las siete de la mañana en la puerta de la casa de la víctima.