Desaparecido desde el miércoles un hombre con una enfermedad mental

Antonio Salvador Martínez, un vecino de Abrucena de 42 años, abandonaba su casa en la Vega de Abrucena la noche del pasado miércoles y desde entonces se encuentra desparecido. Este hombre padece una enfermedad mental, en concreto un trastorno bipolar, y, al parecer, la huida de su domicilio se ha debido a que esa misma tarde fue a buscarle una ambulancia para trasladarle a Torrecárdenas para un nuevo ingreso, según explica a LA VOZ, la hermana del desaparecido, Montserrat Salvador.

“La tarde del miércoles fui a buscar a la Guardia Civil para ver si entre todos le convencíamos de que acompañara a los sanitarios y se fuera al hospital y, esa misma noche, cuando llegó la ambulancia, se marchó”, relata Montse.
Una vez que la familia alertó de la desaparición, agentes de la Guardia Civil del puesto de Fiñana y de Gérgal, así como efectivos del Seprona y la Policía Local de Abrucena comenzaron la búsqueda por El Marchal, “una zona frondosa y accidentada”, señala el alcalde de Abrucena, Juan Manuel Salmerón.

Aunque la orografía ha complicado las tareas de búsqueda, en las que también ha participado la unidad canina y un helicóptero, lo que la ha hecho más difícil es  “que no se trata de una persona que se haya perdido, sino de alguien que no quiere que se le encuentre”, comenta Salmerón, quien recuerda que en esa zona hay agua para beber y frutales de los que el desparecido ha podido abastecerse estos días.

En la tarde del jueves la Guardia Civil localizó la ropa y el calzado de Antonio, aunque según confirma su hermana Montse, la camisa que apareció no era la que llevaba cuando se marchó de la casa, lo que confunde aún más la situación.

En la mañana de ayer lunes, uno de los hermanos de Antonio recibía una llamada de un joven que decía haberlo visto el viernes en Gérgal, a las siete de la mañana, en la parada del autobús con destino a Almería. 

Montserrat Salmerón explica que el conductor del autobús ha confirmado que, efectivamente,  Antonio se montó en el autobús y se bajó en la estación intermodal de Almería. Ahora, la Guardia Civil intenta averiguar si desde allí Antonio Salvador cogió un transporte hacia otro destino o se quedó en la capital.

Un buen vecino
Antonio vive en Abrucena junto a su madre, tiene cuatro hermanos y, según el alcalde, “no es una persona agresiva, nunca ha dado problemas, aunque en el pueblo se sabía que tenía un tratamiento por su enfermedad”.

Como es lógico, la familia vive con angustia esta desaparición, porque “necesita tomar su medicación, aunque ahora que sabemos que no está en el monte y que está vestido y que parece que se encuentra bien, estamos algo más tranquilos”, señala su hermana Montse.