El segundo acceso al hospital Torrecárdenas está terminado desde hace más de tres meses, incluida una rotonda que desde la carretera a Santa Inés facilitará el tráfico rodado en la zona. Ejecutado por el complejo hospitalario sobre suelo cedido por el Ayuntamiento, el vial sigue cerrado al tráfico a falta de un trámite.
Fuentes del área municipal de Urbanismo aseguran que, con fecha de 2 de julio, técnicos del Ayuntamiento visitaron la obra y comunicaron a la gerencia del hospital que faltaba el pago de una tasa para que se levantara la valla que hoy impide el paso y el acceso se abriera a la circulación rodada.
Sin embargo, responsables del complejo hospitalario han señalado a este periódico que desconocen el porqué del retraso a la hora de abrir el segundo acceso. Un vial que, entendían “imprescindible” para agilizar las obras de construcción del hospital Materno Infantil.
Un único camino
La falta de entendimiento entre las dos administraciones sólo perjudica a los usuarios del centro que se ven obligados a acceder al hospital por el único camino posible cada vez más transitado por el hecho de que coinciden los vehículos de los usuarios, los transportes sanitarios (muchos de ellos urgentes) y los camiones de obra que acceden no sólo al espacio sobre el que se levanta el Materno Infantil, sino también hasta la zona alta (junto al centro de transfusión), donde se están colocando los tubos de conexión entre el nuevo edificio y el complejo hospitalario.
De hecho, se va a ampliar con una pequeña circunvalación el vial que rodea el hospital Torrecárdenas, aseguran desde la Gerencia.
Atascos en hora punta
Usuarios, familiares y trabajadores del hospital sufren no sólo los inconvenientes de las obras de ejecución del nuevo edificio, sino también el cierre del segundo acceso y en horas punta de entrada y salida al hospital, los vehículos suben en caravana hasta la zona hospitalaria. Unos atascos menos frecuentes estos días de verano cuando baja la actividad hospitalario. Aún así, empleados y usuarios se quejan habitualmente a los empleados de Verdiblanca que regulan los aparcamientos en superficie (los únicos que hay por el momento) en el entorno del hospital.
Y eso, a pesar de que la obra del segundo acceso está hecha y cerrada.
Falta de aparcamiento
Y es que, otro de los inconvenientes que sufren los usuarios y trabajadores del complejo hospitalario es la falta de zonas de aparcamiento. No en vano, la obra del Materno Infantil y también el avance de las obras del nuevo acceso han supuesto la reducción de 500 plazas de estacionamiento. La mayoría en la bolsa de aparcamiento situada a las faldas del centro y en la parte posterior (único parking asfaltado), donde desemboca el segundo acceso.
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