El archivo diocesano ya permite consultar la memoria de Almería

Aunque el mes de agosto tomará un descanso, el archivo diocesano, en el Palacio Episcopal, ya ha abierto sus puertas a la investigación, cuatro meses después de que las autoridades celebraran la inauguración oficial de las instalaciones. De hecho, los últimos días de julio ya se han estado atendiendo las peticiones de documentación llegadas de otros archivos, e incluso del extranjero. Y ha sido el archivero diocesano, Victoriano Montoya, quien lleva todo este tiempo trabajando a contrarreloj para que la documentación estuviera disponible a la investigación al iniciar el curso, y ya hay citas concedidas. “El archivo no es una institución cualquiera sino que tiene gran importancia social, custodia la memoria de las actividades de la Iglesia, que es la memoria de las vivencias de las personas”, valora el responsable y párroco de Gádor.
Sobre la colección que ya ha sido revisada y catalogada, Montoya destaca la centralización que se ha hecho de la hemeroteca. “Hay unas 65 revistas de tipo científico, muchas de ellas relacionadas con la actividad de la Iglesia, pero también otras patrimoniales o con importantes estudios sociológicos como los informes de La Caixa”, especifica. Las primeras estanterías ocupadas que muestra el archivo albergan además la colección completa de las publicaciones propias de la diócesis de Almería, entre ellas los antiguos dominiciales Iglesia Diocesana, la revista de la hermandades de la Virgen del Mar, “tanto la de Almería como la de Madrid”, o el boletín Amistad del grupo de Vida Ascendente. También la revista de estudios teológicos “Almerienses” completa.
Boletines de las diócesis
Pero quizá lo más interesante sea poder consultar de forma completa el Boletón Oficial del Obispado de Almería, “junto con todos los boletines de todas las diócesis de España”. La concentración de todas estas publicaciones permiten el estudio de la historia de toda la iglesia en España. “Es una colección importantísima, ya nadie tiene que desplazar se a ningún sitio para una investigación”, dice el archivero.
A todas estas publicaciones periódicas, entre las que también se encuentral el BOE, se añade la biblioteca de la curia, que no era consultable hasta ahora. La diócesis tendrá sin embargo un testimonio más concreto en los libros parroquiales, que han comenzado a recopilarse llegados de los pueblos donde no fueron destruidos por la Guerra Civil. “Los fondos consultables son los anteriores a 1912 ya que por ley, los que tengan una antigüedad menor a un siglo seguirán en sus parroquias”, explica el también doctor en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma, “de hecho, da tristeza ver, en los boletines, el salto que se da en la guerra; y también saber que se destruyeron los fondos que tenía el archivo diocesano antes de 1936”, concluye.