Dicen que la fe mueve montañas y está claro que una de las más fieles representaciones de este dicho popular está en el municipio de Antas. Porque han sido ellos, sus vecinos, gracias a la fe y a la veneración hacía su Virgen de la Cabeza, los que han conseguido que la ermita, a partir de ahora santuario, se haya conseguido rehabilitar.
Ahora luce blanca, esplendorosa en lo alto del Cabezo de María y será el próximo doce de agosto cuando finalice un proceso que comenzó hará unos dos años cuando la Comisión para la Rehabilitación de la ermita de la Virgen de la Cabeza comenzó a organizarse. Será entonces cuando, el obispo de Almería, Don Adolfo González Montes, bendecirá el nuevo santuario en una misa, que sin duda será multitudinaria. Ese mismo día se subirá la imagen de la Virgen hasta el santuario, donde permanecerá hasta el primer domingo de septiembre, momento en que la imagen será trasladada en romería para acompañar a los antusos en sus fiestas patronales, el fin de semana del siete de septiembre.
Ayuda vecinal
El proceso de rehabilitación ha sido largo, y no por la falta de ganas de los vecinos ya que han sido ellos los que han conseguido que esto sea una realidad. A las distintas actividades organizadas por la Comisión, como cenas, fiestas, venta de lotería o de camisetas, se suma la ayuda desinteresada y altruista de empresas y vecinos que han colaborado durante todo el proceso, principalmente entregando materiales y dinero para poder costear las obras.
Concretamente, las obras comenzaron en septiembre de 2011 cuando se realizó una primera limpieza y el desescombro de la ermita en ruinas. Ambas actuaciones fueron necesarias ya que de este modo se dejó la mayoría de los muros originales picados y limpios. Todo esto para poder proceder a su recrecido hasta alcanzar la altura de los nuevos forjados, ya que, excepto la cúpula de la nave central, han tenido que que sustituirse todas las cubiertas ya que estaban muy deterioradas por el paso del tiempo. Aún así se ha mantenido la estructura y distribución originales de la ermita. En su exterior hay una gran explanada, con bancos y barandillas de madera. Desde su mirador se puede ver gran parte de la comarca del Levante, sobre todo la costa, con el mar al fondo y las tierras extendiéndose bajo sus pies.
El próximo doce de agosto es el comienzo, el de la Virgen de la Cabeza que volverá a estar en su ermita, y de los vecinos de Antas que han vivido el proceso sintiéndolo como algo suyo.
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