Un almeriense abrirá 10 kioscos de churros con chocolate en Siberia

Un almeriense abrirá 10 kioscos de churros con chocolate en Siberia

José Antonio Arcos
21:30 • 08 ago. 2012

Hay tópicos que se cumplen. ‘Nadie es profeta en su tierra’. Cierto, en el caso de Alfonso García Guerrero, un almeriense natural de Cuevas del Almanzora, que se ha convertido con el paso de los años en un empresario todoterreno que se ha abierto camino de forma más que exitosa en la lejana Siberia (Rusia).

García se jacta de ser el español que introdujo los primeros tomates y naranjas que se consumieron en esta región en los convulsos años de Boris Yeltsin. Ahora, a sus 60 años y afincado en la capital de Siberia, Krasnoyarsk city, conserva el mismo ímpetu emprendedor de sus años más mozos y tiene sobre la mesa un amplio abanico de proyectos a desarrollar en las próximas semanas y meses.

Entre ellos, destaca su idea de introducir en el país del vodka algo tan típico español como los churros con chocolate. Para ello planea la apertura de 10 kioscos dedicados a servir este menú desconocido para los siberianos, que a buen seguro servirá para endulzar las gélidas temperaturas de esta zona del mundo.

Pero hay más, mucho más.

Jamón y aceite alpujarreños

Alfonso García arribó a Rusia en 1992, y después de un periplo en la capital, Moscú, sus pasos lo condujeron hasta la nevada Siberia, retratada en películas y novelas como la última región del mundo occidental hasta de llegar a la ribera asiática.

Desde su llegada hasta ahora, García ha conseguido granjearse un nombre en Krasnoyarsk y abrir mercado en distintos sectores de actividad, siempre como importador. Ha llevado y vendido en Siberia desde muebles del Levante español hasta cítricos, frutas y verduras de distintas provincias españolas. “Llevo aquí ya 21 años, la gente me quiere y me respeta y no sé si volveré algún día a nuestro país”, comenta, ávido de seguir inventando cosas.

Lo más próximo será llevar jamón serrano de Fondón, aceite de oliva virgen y aceitunas de la Alpujarra almeriense a sus propias tiendas de su empresa Fruits of Spain, que funcionan bajo el concepto de ‘patio andaluz’, ofreciendo a los paladares de los siberianos productos clásicos de la cocina andaluza y también del resto de España.

“Dentro de un mes esperamos hacer los primeros envíos, bajo la marca Tetas”, explica García.

El empresario almeriense de Siberia es el importador de la Bodega Selección Vinos de Fondón, con la que trabaja desde hace algún tiempo. De hecho, Alfonso García ha sido quien ya ha introducido el tinto de esta bodega de la Alpujarra en Siberia.

En esta próxima campaña espera sumar a este tinto un blanco, pero embotellado con su propio nombre ‘Alfonso García’, como gancho y reclamo comercial entre su clientela siberiana.

Una escuela con su nombre

La popularidad y notoriedad alcanzada por este almeriense en Krasnoyarsk es tal que está previsto que en septiembre se abra una escuela de vinos con su nombre, ‘Alfonso García Guerrero’.

“El objetivo es que los alumnos conozcan los vinos y toda la cultura que genera”, describe.

Será la primera escuela que se cree en Siberia de estas características. Tendrá tres niveles con sus correspondientes títulos: formación para camareros, para un público de alto nivel adquisitivo y para público en general que quiera adentrarse por primera vez en la cultura del vino.

Detrás de todo este ímpetu empresarial hay un amor confeso por la cultura andaluza. De hecho, Alfonso Garcí






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