PSOE: presencias y ausencias en la visita de Griñán

Quizá el “calor confortable” que encuentra José Antonio Griñán en sus visitas como presidente de la Junta y secretario general del PSOE andaluz a esta provincia tenga mucho que ver con el nivel de adhesión que encontró la tarde del pasado lunes en un abarrotado salón del Hotel Elba de la capital. El lleno total se pudo comprobar con escenas como la representada por Juan Carlos Usero, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Almería, que aguantó de pie durante una hora a la entrada del salón.

Quizá Usero llegó tarde y no encontró hueco en las primeras filas, pobladas de nuevos dirigentes y militantes en otros tiempos cercanos a Alfonso Guerra, como Manuel de la Fuente, o entre las últimas, donde se sentaron José Céspedes, el nuevo líder ejidense Tomás Elorrieta - no se vio al exparlamentario Manuel García Quero -, o los ex dirigentes Nerea Hernández, María Dolores Muñoz - cesada como delegada - Ana Cano, Joaquín Jiménez y Javier Menezo, entre otros.

En su discurso, el reelegido líder del PSOE-A en el congreso de El Toyo dejó bien claro que el agua de éste y otros cónclaves ya pasó y se llevó por delante lo que tuvo que llevarse. “No es tiempo de cuotas ni de porcentajes, sino de unidad”. Sobre todo en tiempo de crisis, destacó Griñán,  posiblemente ‘asombrado’ de la comunión entre exdirigentes y guerristas. O quizá no tan ‘asombrado’ y orgulloso del ‘nuevo tiempo’ que se ha emprendido con el también reelegido José Luis Sánchez Teruel como líder almeriense.

Pasado el congreso de El Toyo, el provincial de Vícar y los nombramientos de los delegados de la Junta en esta provincia - solo han repetido José Manuel Ortiz y Adriana Valverde -, el ‘nuevo tiempo’ se dejó notar en esa calurosa tarde del 10 de septiembre. Si hubieran pasado lista, entre las faltas de asistencia estaría la de Maribel Requena. La exdelegada del Gobierno en Almería ya no se deja ver en actos públicos.

Tampoco lo hacen exdelegados como Manuel Lucas, Juan Cáceres, Sonia Rodríguez o Antonio Lucas. Si alguno de ellos fue al Elba, pasó desapercibido.

Y otros ex que sí fueron, no pasaron, precisamente, desapercibidos. Es el caso de Francisca Pérez Laborda, hasta finales de julio delegada provincial de Empleo. Acudió desde primerísima hora a Bédar a recibir al presidente Griñán. Y después fue la primera en salir hacia Lúcar. Y por la tarde, estuvo codo con codo en el acto junto al exconsejero Manuel Recio. La que fue sombra de Griñán, junto al nuevo coordinador de la Delegación del Gobierno, José Nicolás Alaya, sigue muy pendiente de la actividad de la Junta.

Esos nombres, junto con el de Sonia Ferrer, la nueva delegada del Gobierno, representan la ‘nueva etapa’ que se quiere abrir en la Administración andaluza en esta provincia. Una ‘nueva etapa’ que irá acompasada de cambios en el funcionamiento del principal partido que sostiene a la Junta: el PSOE. Lo dejó bien claro José Antonio Griñán en su discurso: puso sus ojos en Inés Plaza, la secretaria de Redes Sociales, y Fernando Martínez.

El exalcalde, atento al discurso del líder del PSOE-A, parecía como ruborizarse ante los elogios que recibía de éste para ser elegido parte del Proyecto Ideas. A la salida del acto, el catedrático de la UAL - ¿será candidato a rector en dos años? - recibió felicitaciones.

Y así arrancó el otoño del socialismo almeriense. “Haremos la polí