Y se hizo la Luz

Y llegó. Tercer domingo de septiembre y los dalienses no faltaron a su cita. Allí estaba él, con su luz, logrando hacer olvidar los problemas a quienes le contemplaban. Porque la fe y la devoción derriban barreras y lo pueden todo, y solo buscan la luz.
 Y por eso a las ocho y media de la tarde de ayer la plaza de la iglesia de Santa María de Ambrox estaba a rebosar. Porque cuando llega ese momento lo demás no importa. Las luces se apagan y solo huele a esencia de Dalías. A nardos y a pólvora, a magia.
Tras la traca inicial el recorrido ya había dado comienzo y la imagen del santísimo Cristo de la Luz comenzó a bailar por las calles de Dalías al ritmo de la banda de música municipal y la de tambores y cornetas de la Santa Cruz de Almería. Pero no estuvieron solos, porque las distintas peñas coheteras también aguardaban impacientes a su Cristo para quemar esa pólvora que tanto caracteriza a estas fiestas. De igual modo, la peña Petalá, como su propio nombre indica, bañó de pétalos al patrón de Dalías en su recorrido, mientras la peña El Perfume se encargó de aromatizar tan emotivo día.
Pero cuando el reloj alcanzaba la medianoche todo un pueblo se quedaba a oscuras. Y se hacía el silencio. Se encendían las bengalas y comenzaba a quemarse la pólvora. Se escuchaba un “¡Viva!”. Y solo fue entonces cuando al fin, se hizo la verdadera luz.