Sentido adiós de los cuevanos a Antonia y Manuel

Sentido adiós de los cuevanos a Antonia y Manuel

Carmen López
01:00 • 30 sept. 2012

Los vecinos de Cuevas del Almanzora, sobre todo de la pedanía de Guazamara, y de la localidad murciana de Águilas se acercaron hasta el tanatorio de Pulpí para despedir a Antonia Rojas,de 68 años, y Manuel Ramírez, de 71 años de edad, el matrimonio que fue arrastrado en su vehículo, una furgoneta Citroen C-15,  cuando llegó la riada y perdieron la vida.
Aunque estaban empadronados en Águilas y vivieron muchos años allí, eran naturales de la localidad de Guazamara y muy queridos por los vecinos, muchos de los cuales se acercaron ayer a darles el último adiós y presentar sus condolencias a su única hija, Encarna.
Desde el más absoluto respeto y en silencio, un amplio cortejo acompañó el cuerpo sin vida de Manuel al cementerio de Guazamara, donde quería ser enterrado, según algunos de sus familiares. Siguiendo también sus más íntimos deseos, Antonia Rojas fue incinerada.
Muchos de los cuevanos, por las dificultades de acceso por carretera hasta Pulpí, esperaron la llegada del féretro en el camposanto de la pedanía donde fue enterrado.
Muy conocidos
Eran muy conocidos en el pueblo. De Manuel y Antonia cuentan que, cada día, llegaban desde Águilas, donde residían, para cuidar de sus olivos y recoger los higos de sus higueras, que Manuel después vendía. Eran las tierras de sus padres y ellos, ya jubilados, se dedicaban a ellas.
Manuel Ramírez fue camionero y trabajó no sólo como autónomo, sino también para algunas empresas hasta el final de su vida laboral.
Quienes los conocían contaban que eran unas “muy buenas personas” y que dedicaban su vida a “sus olivillos”, su hija y sus dos nietas.







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