Doña Sofía vuelve a la tragedia de las inundaciones 40 años después

Era entonces una joven princesa griega, instruida en las epopeyas del ciego Homero, cuando aterrizó en un Mistery de Aviación Civil  en la Rambla de Albox, del brazo de su rubio esposo, el principe Don Juan Carlos.
Allí estaba el Almanzora en pleno para recibir a quien venía a procurar consuelo a los menesterosos que habían perdido vidas y haciendas por la frenética riada del 73: el Gobernador Gías Jové, el obispo Manuel Casares, el presidente de la Diputación, Juan de Oña y el alcalde anfitrión, Ginés Pedrosa, entre otras fuerzas vivas del momento. Hoy, casi cuatro décadas después, llegará por idéntico motivo a estas tierras almerienses levantiscas, fronterizas con Murcia. Vendrá a traer lo mismo: consuelo y aliento para los lastimados, aunque ya como Reina de España, curtida en mil batallas y sin el el Jefe del Estado a su lado.
Doña Sofia, según la agenda transmitida ayer por la Casa Real, llegará a Pueblo Laguna (Vera) sobre las 14’10 horas, procedente de Villanueva del Rosario, en la provincia de Málaga. Tras una hora en el légamo del río Antas, marchará rumbo a Puerto Lumbreras, otra de las plazas más castigadas desde tiempo inmemorial por los embates de las inundaciones.
Cabe recordar que en la provincia de Almería, el número de fallecidos se eleva a cuatro tras el hallazgo este miércoles frente a la costa de Los Escullos del cuerpo sin vida de la mujer de 52 años y nacionalidad británica,  que desapareció en Vera. Las inundaciones y riadas también se cobraron la vida de un ciudadano belga de 90 años quien fallecía al ser evacuado en un helicóptero de Salvamento Marítimo desde la azotea del hotel Vera Beach en el que se había refugiado.
El viernes también eran encontrado sin vida un matrimonio al que la riada en la rambla de Guazamara, en Cuevas, sorprendido cuando circulaban con su vehículo tras recolectar unos higos.
Hoy no será Gías Jové sino Andrés García Lorca quien reciba a la Reina, ni Juan de Oña, sino Gabriel Amat, acompañado del presidente de la Junta, José Antonio Griñán y la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, una nativa de la vieja Abdera, colonizada por los antepasados de la propia Sofía de Grecia.
Pero el motivo de su visita será el mismo que en el 73: enjugar el sufrimiento de los familiares de las víctimas mortales, de quienes han perdido sus casas y sus negocios, de quienes han visto con sus ojos todo el dolor de estos días de fango y ciénaga. Ojalá la visita de la Soberana sirva para arrancar, allí mismo, algún compromiso firme para que la tragedia no se vuelva a repetir por enésima vez.