Ya está en marcha la cuarta fase del proyecto del futuro Bulevar de Rioja

El Ayuntamiento de Rioja trabaja ya en una nueva fase del proyecto por el que se completará el Bulevar de Rioja, el cual supone transformar la principal carretera que atraviesa el pueblo, y que, tras la puesta en marcha de la Autovía A92, ha visto reducir mucho el tráfico diario que soporta.
El objetivo es continuar con las actuaciones que ya se han ejecutado en años anteriores y que han convertido a la vía en un espacio público destinado a incrementar la seguridad de los viandantes, de forma que hay dos aceras más anchas por las que pasear, bancos en los que sentarse y dos viales para el tráfico que redundan en la seguridad de vehículos y transeúntes.
Satisfacción municipal
La alcaldesa de Rioja, María Isabel Sánchez, explica que se trata de la última fase de lo que será el Bulevar de Rioja, una actuación “de la que nos sentimos muy satisfechos en este equipo de gobierno, ya que hemos recuperado una parte del pueblo que forma parte de manera muy importante de la vida diaria de los vecinos. Es muy reconfortante ver cómo los ciudadanos de todas las edades pueden ahora salir a pasear por las tardes por un espacio público por el que, antes de la apertura de la Autovía, no se podía transitar sin el temor a sufrir un atropello, debido a la gran cantidad de tráfico que soportaba”.
El problema es el de siempre, que “estos proyectos necesitan de una gran inversión y en los tiempos que corren, tanto a nivel del Estado como de la Junta de Andalucía, la cosa está paralizada”.
La cuarta fase se está haciendo en estos momentos gracias a los planes provinciales de la Diputación, con lo que tan sólo queda por despejar la duda de cuándo se podrá acabar todo el proyecto del Bulevar.
Huertos sociales
Otro de los proyectos que destaca la alcaldesa de Rioja es el de los huertos sociales, en el que 22 familias del pueblo están participando. En cada huerto trabaja uno o varios miembros de la familia, con lo que pueden producir los productos ecológicos necesarios para el consumo propio o para intercambiar con otros productores.
“Hemos vuelto al trueque de nuestros abuelos, ya que el que tiene berenjenas puede cambiarlas con el que produce tomates; y así todas las familias se garantizan los productos para el consumo propio. La verdad es que la idea ha sido muy bien aceptada”, concluye la primer edil.